El equipo salteño con una notable actuación, empezó el juego con mucho ritmo y dinámica de la mano de sus jóvenes bases Alonso y De Miguel. 

Independiente de Santiago del Estero se fue despertando con el pasar de los minutos y mantuvo el juego a base de lanzamientos de triples y aislados contragolpes. Salta Basket logró despegar con el recambio. Los ingresos del cubano Fundora en su regreso de la lesión y del venezolano Martínez, dieron oxígeno al equipo en momentos de paridad. Para rematar la primera parte fue letal la aparición determinante de Cardo para terminar el segundo cuarto con un 49-40. 

En la segunda parte el equipo visitante cambió la actitud con mucha energía de Silva, Rolfi, Tabbia y pasaron a dominar el juego que parecía estar controlado por el conjunto de Pissani. 

De repente se ajustó la defensa y volvió el ritmo salteño, comandado a dúo con Martínez y Cardo para terminar arriba el tercer cuarto con diferencia de siete puntos.

En el último cuarto era cuestión de evitar las pérdidas y lastimar en ataque. Salta Basket todo el partido entendió que había que rotar y no perder la solidez. Independiente se quiso sostener en un Ingratta cansado y perdió energías. El tucumano Alonso con desparpajo y frialdad fue cocinando a fuego lento el juego con puñales de triples y asistencias de contraataque. El final del juego se resolvió de forma contundente con un parcial de 32-10.

El conjunto de Salta Basket promete por dinámica, por energía y porque parece tener esa magia de los buenos grupos, que suelen ir tomando vuelo sin dejar de soñar.

Informe y fotos: Prensa Salta Basket