Mariano nació en Pehuajó, provincia de Buenos Aires el 12 de julio de 1979 y es licenciado en Kinesiología especializado en Kinesiología del Deporte. Trabaja en Boca Juniors desde el año 2011 y, además, ejerce en el Hospital José María Penna.

Por su parte, Aníbal es oriundo de Trenel, provincia de La Pampa y nació el 8 de abril de 1980. Al finalizar la secundaria se trasladó a Córdoba donde obtuvo su diploma en la carrera de Kinesiología. En el año 2003 viajó a Buenos Aires, donde fue Jefe de Residentes en el Hospital Evita de Lanús. Se especializó en Kinesiología del deporte y rehabilitación cardiovascular, lo que le permitió desde el 2009 trabajar en Boca Juniors y es, además, el director del centro Biokinesis.

En esta nota nos cuentan diversos aspectos importantes de su labor en el Club de La Ribera.

- ¿Qué tareas se realizan con los jugadores al comienzo de la pretemporada?
- MM: Una vez terminadas las examinaciones y estudios médicos correspondientes, hacemos una evaluación kinésica, desde el punto de vista analítico y funcional del estado del cuerpo, y de la condición física del jugador. Esto nos permite detectar problemas crónicos, o patologías que el jugador acarrea y, a partir de allí, podemos estudiar en profundidad dichas alteraciones, hacer diagnósticos específicos, y plantear estrategias terapéuticas, desde un enfoque, tanto resolutivo del problema preexistente, como preventivo buscando evitar lesiones a futuro. Esto, además nos permite diagramar y proponer un trabajo individual a medida de lo que ese jugador está necesitando, en lo que concierne a nuestra tarea dentro del Equipo.
Entre otras cosas hacemos hincapié en ejercicios posturales, ejercicios que involucren globalmente al cuerpo, trabajos de control motor, conciencia corporal, insistiendo en la calidad de movimientos y la funcionalidad.
Por supuesto están los trabajos de camilla, donde, en términos generales buscamos liberar tensiones, movilizar tejidos, maniobras para quitar dolor, etc.

- ¿Cómo se trabaja cuando comienza el torneo?
- MM: Al comienzo del torneo continuamos con trabajos funcionales, de control motor, posturas globales, siempre con la idea de prevenir lesiones.
El día del partido, hacemos vendajes deportivos, trabajos manuales en camilla, todo tipo de maniobras que tienen por objetivo activar los sistemas del cuerpo, prepararlo para la alta intensidad. Si el deportista presenta, en ese momento, algún síntoma, se lo evalúa, se lo atiende, con el fin de resolver la molestia, de manera que pueda ingresar al campo de juego en las mejores condiciones posibles, o en algunos casos, se determina y se recomienda la no participación de ese jugador en ese partido, como medida preventiva, con el fin de evitar exponerse o arriesgarse a la aparición de una lesión mayor.
Otra situación distinta es cuando un jugador tiene una lesión determinada y está fuera de competencia. Es clave, lograr interpretar y entender al deportista, sus características físicas, tácticas, metabólicas, para lograr una rehabilitación acorde a su situación y así tener una readaptación óptima para volver al campo de juego.

- ¿Cuáles son las tareas que se realizan al finalizar un partido?
- AB: Una vez finalizado el partido hacemos una sesión regenerativa que consiste en un trote liviano, de ahí vamos a la pileta climatizada a elongar y luego pasamos a la pileta de frío a seis grados.
- MM: El trote de baja intensidad tiene como finalidad acelerar el metabolismo regenerativo y de limpieza y el agua fría genera una reacción circulatoria rápida al salir de ella.

- ¿Se trabaja de la misma manera cuando varía el lapso de tiempo que transcurre entre partidos?
- AB: Hay bastantes diferencias cuando el partido es, por ejemplo, a las 48 horas. El jugador necesita descansar, entonces se tratan los problemas o lesiones del partido que pasó. También se trabaja junto al preparador físico en la coordinación de ejercicios regenerativos. En cambio, cuando el partido próximo es a los seis días, se le da al jugador un día libre post partido y eso te permite planificar la semana de otra forma. Para el jugador lesionado tener seis días de recuperación es importante.
- MM: Si el próximo partido es a los dos días, el día intermedio se entrena suave, hay técnicas de relajación, drenaje, inhibición muscular, maniobras para liberar tensiones, etc. Si los partidos tienen una frecuencia semanal el trabajo es totalmente diferente, ya que el día posterior al partido es de descanso, excepto si hay alguna lesión. Ya, con una semana hay tiempo para combinar con la preparación física, los trabajos de control neuromuscular, etc.

- Se produce la lesión de un jugador en partido, ¿cuál es el procedimiento?
- AB: Conjuntamente con el Doctor Nicolás Carusso estamos siempre atentos a la aparición de alguna lesión. Las más habituales son los traumatismos con cortes y tratamos de resolverlos inmediatamente. También existe la posibilidad de lesiones musculares o ligamentosas, ahí evaluamos si el jugador puede continuar con alguna ayuda del cuerpo médico o si se decide que no continúe por prevención para no agravar el cuadro. Además de esto, estamos pendientes de la adecuada hidratación o el aporte de algún alimento durante el encuentro.

- ¿Cómo se interrelacionan los distintos estratos -Médico, Kinesiólogo, Director Técnico, Preparador Físico- que están a cargo del plantel de básquet?
- AB: Es absolutamente necesario que todos los integrantes de un cuerpo técnico trabajen siempre en conjunto, esto ayuda a minimizar los errores. Es muy importante que haya una buena comunicación y confianza entre todas las partes. Cada uno suma desde su lugar pero siempre buscando el mismo objetivo, para lo cual se trabaja en permanente comunicación. La finalidad mía y de todo el cuerpo médico es tener siempre a disposición del técnico a todos los jugadores en óptimas condiciones físicas.

Informe: Prensa Boca.