El Ruca Che, un estadio emblemático para el básquet nacional

Hace ya mucho tiempo que el básquet femenino ingresó en un proceso de reconversión y proliferación constante por sobre el territorio nacional, una readaptación necesaria del deporte para aglutinar a esas nuevas figuras que emergen por las provincias. Personalidades fuertes, carismáticas, repletas de talento y que ahora tienen a su disposición un escenario deportivo de envergadura para decorar una competencia con su glamour y destreza.

En ese crecimiento sostenido, la región del sur elaboró un proyecto serio y oportuno para formar a sus juveniles y construir una de las plazas más interesantes e innovadoras de la disciplina. Toda esa aventura salto a escena en el 2018 con el proyecto encomendado desde la dirigencia de Las Heras de Mendoza para participar de La Liga Femenina, una apuesta satisfactoria y con grandes resultados pero que a duras penas permaneció vigente durante un año. Un equipo forjado desde la experiencia de Carolina Sánchez y Natacha Pérez, junto con la osadía de varias canteranas del distrito como Victoria Gauna y Julieta Tell, entre otras.  Jugadoras que se atrevieron a afrontar situaciones difíciles con tanta entereza que llevaron a la institución a las semifinales del certamen.

Hoy ese proyecto sigue latente gracias a la iniciativa de Pacífico de Neuquén. Esta vez serán las decanas las responsables de alojar a los mejores equipos de la temporada y lo harán en el imponente Ruca Che, uno de los sitios más emblemáticos para los habitantes de la provincia y los amantes del básquet.

Inaugurado el 20 de agosto de 1995 en ocasión de Torneo de las Américas clasificatorio Atlanta 1996, fue el pretexto ideal para abrir las puertas a un público expectante de memorables gestas deportivas.  Un estadio que serviría como preludio de la Generación Dorada y el retorno de la Selección Argentina a una cita olímpica luego de 44 años de ausencia.

El debut oficial en “La casa del pueblo” (expresión de origen mapuche) se daría al día siguiente en una victoria bastante ajustada frente al combinado que presentaba Cuba, un partido que desembocaría en una sucesión de festejos en un estadio colmado por la parcialidad local. Si bien la albiceleste caería derrotada en la final a manos de Puerto Rico, se quedaría con una de las tres plazas continentales otorgadas por FIBA.

Por aquel entonces el grupo era liderado por Guillermo Vecchio, un entrenador que prefirió conservar la armonía de buena parte de los integrantes del Mundial de 1994, figuras preponderantes para la historia como Daniel Farabello, Esteban De La Fuente, Juan Espil, Marcelo Milanesio, Marcelo Nicola y Rubén Wolkowyski. Además de sorprender con la incorporación de un joven adolescente cordobés llamado Fabricio Oberto.

Seis años más tarde Argentina se coronaría campeón del Premundial de Indianápolis tras vencer con contundencia a Brasil por 78 a 59. Un Superclásico de las Américas con muy pocos atenuantes y con un plantel repleto de personalidades: Pepe Sánchez, Lucas Victoriano, Daniel Farabello, Leandro Palladino, Manu Ginóbili, Hugo Sconochini, Andrés Nocioni. Leo Gutiérrez, Gaby Fernández, Luis Scola, Fabricio Oberto, Rubén Wolkowyski.

En todos esos años de esplendor el Ruca Che también fue sede de la Selección Argentina de Voleibol, de las presentaciones de showbol de Diego Armando Maradona y de innumerables eventos deportivos, culturales y musicales. Esta semana tendrá el privilegio de recibir a las 4 mejores instituciones cuando se enfrenten en el Final 4 de La Liga Femenina.