Todo parecía ir en alza para Georgina Buzzetti, porque había tenido un despegue desde su debut en la Liga Femenina con Ferro Carril Oeste a los 18 años. Convocatorias a las selecciones formativas y de 3x3, y una oportunidad en la Florida Southwestern State parecían ser el inicio de una carrera prolífica, pero el cuerpo pidió una pausa.

Y vaya si la tomó, ya que estuvo casi ocho meses fuera de un rectángulo de juego debido a una lesión en su rodilla. Pero esto no detuvo a la bonaerense de 19 años, que entendió que todo pasa por algo y decidió recibir con los brazos abiertos lo que la vida le presentó durante el tiempo que no podía jugar con la naranja.

 ¿Cómo te sentís de volver al básquet?

Bien, la verdad es que estoy re contenta. Estuve ocho meses parada por una casi rotura de ligamentos cruzados, porque fue una súper distensión, pero la tuve que operar igual que como una rotura. Esto fue en junio, así que ya pasaron más de siete meses y medio, y la verdad no creía que, a esta altura del año, iba a estar adentro de una cancha, así juegue un minuto o dos, vistiendo una camiseta. Así que estoy muy contenta por eso.

¿Qué tanto en contacto con el básquet estuviste y qué básquet veías?

Siendo sincera, hice como una pausa mental del básquet. Sentí que la lesión me sirvió para  abrir los ojos de que me estaba saturando muchísimo con todo. Frené un poco. Me ví unos partidos de la Liga, en la tele de la ACB, de esos. Pero, la verdad, fue un tiempo que me di para mí, para encontrarme, para encontrar otras cosas que me gustan hacer, porque mi vida era solo básquet y no había otra cosa. También me encanta, pero llegó un momento que el cuerpo me pidió pausa, me dijo 'esperá, estancate un poco'. Y bueno, me sirvió para encontrar otras cosas que me gusten, así que me abrió un poco los ojos.

¿Cómo fue esa búsqueda de aquello que no es básquet pero que a Georgina Buzzetti le interesa?

Fue difícil, muy difícil. Porque me gustan varias cosas, pero a ninguna le metí tantas ganas como al básquet. Lo trabajé con la psicóloga, porque la lesión me hizo empezar terapia, algo que tenía ganas de hacer pero que no encontraba tiempo, así que me dio esa posibilidad. Y, nada, empecé a hacer cosas que me gustan como, qué se yo, tener ese tiempo libre que antes no tenía, tomar mates con amigos, de ir a pasear con el auto, ir al cine, a recitales o solo quedarme en mi pieza tranquila a escuchar música o leer un libro. Cosas que antes, quizás porque vivía a mil, no las podía hacer.

Ahora volviste, pero ya que probaste todas esas cosas nuevas, ¿cuándo fue que sentiste que querías volver al básquet?

No, eso siempre estuvo. Al día siguiente que me operé, ya estaba haciendo la recuperación con todo. Empecé con mi kinesiólogo, Carlos Budzisch, en el gimnasio a full y en el consultorio, todos los días metida. Después, Julieta Pantano y Patricio Herrera en el gimnasio, que me ayudaron a fortalecer la pierna mucho más y me dieron esa confianza para volver a entrar a la cancha. Después, empecé con Jonathan Righero algunos trabajos individuales y ahí comencé a envolverme otra vez de básquet. Hacía bastante que no tocaba una pelota,  esto fue aproximadamente en noviembre de 2022, y en diciembre, que cumplí seis meses, el médico me dijo: 'Tenés el alta física, ya está, así que ya podés hacer contacto'. Fue ahí cuando me dije que necesitaba entrenar con algún club, y la primera opción que se me vino a la cabeza fue Berazategui. Es un club que siento que entrena muchísimo, y es lo que necesito ahora, entrenar bastante, con buena calidad de entrenamientos y con competencia interna. Para mí, Bera tiene todo eso.

¿Cómo fue ese primer contacto con el club?

Fue mío. La primera semana de enero me fui de vacaciones y estuve hablando con una de las chicas del club. Les pregunté cuándo empezaban a entrenar, y resulta que iniciaban al día siguiente, cuando yo volvía ese mismo día. Así que hablé con Gonzalo y le pregunté si podía empezar a entrenar con el equipo, pero sin vistas de jugar la Liga o algún torneo, más bien para entrenar y empezar a tener rodaje. Ahí empezó a darse todo.

Y ahora, hasta se dio tu debut en esta liga, ¿cómo te encontraste con esa oposición que hace rato no tenías?

Fue raro, ahora que me lo preguntas. Entré a la cancha y fue una sensación como si hubiese estado hace una semana en la cancha, pero no, fueron siete meses y me hicieron pasar factura. Pero bien. Además, me hizo abrir los ojos, porque si bien en los entrenamientos también lo hicieron, estar en situación de partido es distinto e hizo darme cuenta sobre las cosas que tengo que seguir mejorando, porque obviamente todavía no estoy al cien por cien para rendir en la cancha. Pero sé que es de a poco, paso a paso, y bueno, ya se va a dar que tenga más velocidad, más rapidez de reflejos, más defensa, más puntos... Eso va a llegar con el tiempo.

Georgina tiene muy en claro que esto es escalón por escalón, pero cuenta con la recompensa de que ya tiene un juego en su haber de esta temporada, con poco más de tres minutos y con dos faltas personales, aclarando que no vio minutos en la gira por Concepción del Uruguay ante Rocamora.

Siendo que aún no está al total de sus capacidades, tampoco concretó una idea de juego con el entrenador, porque la prioridad pasa por otro lado.

¿Acordaste tu rol con Gonzalo Gómez? Entendiendo la competencia en el puesto.

No hablamos mucho del rol, más bien llegué acá para que yo sume entrenamientos. Y de mi parte, aportarles a las chicas lo que sé, como la defensa, que es algo que me gusta hacer aunque todavía estoy un poco lenta y me falta. Pero bueno, ir de a poco y ver qué le puedo ir sumando al equipo.

¿Y qué tal con el nuevo reglamento? ¿Cómo te encontraste con ese cambio normativo?

La verdad, a la mitad de las reglas todavía las estoy aprendiendo. Recuerdo haber visto algunos partidos de la Liga pasada, cuando no la jugaba, y me fue medio raro, no sé si me encanta. Encima, pasa muy rápido el partido, son ocho minutos por cuarto que son a full, lo de los puntos y faltas... Es medio raro, le estoy tratando de agarrarle la mano de a poco. Pero bueno, creo que es un poco más de básquet, y si jugás y te divertís, ya está, es lo mismo.

¿Cuál de las nuevas reglas te gusta más y cuál te gusta menos?

La que más me gusta es la de sacar del fondo sin que te habilite el árbitro, creo que le da mucha rapidez al juego. Y creo que la que menos me gusta es sumar el bonus cuando se anota el punto tras la falta, o sea, hay que ganárselos en la línea (risas), eso es jugar al básquet, no sé por qué cambiaron así.

Entrando a la última parte de la fase regular, que Gerogina Buzzetti vaya ganando ritmo es una buena noticia para la Liga Femenina, en pos de tener unos Play Offs interesantes.

Informe: Prensa Berazategui