Asociación Deportiva Atenas

Córdoba (Córdoba)

LNB · 14 de Diciembre de 2021

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El Top 8 de los jugadores importados, según nuestro columnista

Hay para todos los gustos: especialistas defensivos, anotadores, generadores de juego, reboteros, atléticos y polivalentes. Nuestro columnista pone la lupa en los foráneos y elige a los 8 mejores.

ERIC ANDERSON (Quimsa)
 
Es, hoy por hoy, el mejor foráneo de la Liga Nacional. Sin descollar, cayó como anillo al dedo en el esquema de Santiago González. A diferencia de su rendimiento defensivo en el Súper 20, en el inicio de la Liga dio un gigantesco salto de calidad: protege en canasto como pocos. Y adelante cumple con tres funciones clave. Quimsa genera mucho apoyando con él en el poste bajo, es muy bueno cayendo profundo en el pick and roll y sus cortinas indirectas están a la altura de un equipo con varios tiradores. Anderson tiene la más alta valoración con 21.5 en base a sus 16 puntos y 10 rebotes de media. 
 
THOMAS COOPER (Argentino)
 
Era cuestión de tiempo. Sus decisiones no fueron las correctas durante el S20, pero se acomodó y empezó a ser el anotador y generador (2,8 asistencias) que Argentino necesita. Está promediando 16,4 tantos por juego con un altísimo 43% en triples. Es cierto, está en un equipo que le otorga ONDA VERDE. Y él lo disfruta a partir de su 1 contra 1 (no tiene problemas para atacar a jugadores más grandes) o su juego de espaldas al canasto cuando es defendido por uno de inferior peso y talla. Cooper asimiló el deseo de competir desde lo colectivo sin abusar de lo individual, detalle clave en un extranjero.
 
ELOY VARGAS (Boca)
 
Llegó a un equipo que lo provocó en dos cuestiones: primero, ganarse minutos y ascendencia en el juego al tener que "competir" con Kevin Hernández; y segundo, Boca lo necesita óptimo por su ambición de campeonato, tanto en la Liga como en la BCLA. En Argentina, una competencia de estatura mediana, saca muchas ventajas con su talla y envergadura, tanto al jugar de espaldas como de frente al canasto (aceptable tiro de rango medio). Si bien su especialidad no es la defensa, lo hace correctamente, incluso cuando queda aparejado con jugadores pequeños (es ágil para desplazarse). Sus 17 puntos y 5 rebotes de promedio lo exponen como uno de los mejores extranjeros del momento.
 
LATRAIUS MOSLEY (Atenas)
 
Que al equipo cordobés no le vaya bien no significa que el alero no esté cumpliendo su rol. Saborido sabe cómo hacerlo sentir cómodo (necesita libertades) para sacar lo mejor de él. Tiene licencia para matar y lo hace. Es uno de los mejores a campo abierto. Su capacidad técnico/atlética lo distingue, pero ha mejorado su juego sin balón en el set. Por ahora, tiene muy buenos números: 19,4 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 2 robos de media, con un alto 51% en tiros de campo. Da gusto verlo jugar. 
 
JEANTAL CYLLA (Unión)
 
Un relojito. No tiene ese rol de líder para hacerse cargo del equipo, pero su polivalencia es un factor clave en el elenco santafesino. Defensivamente hace de todo: su energía y biotipo le permiten defender las 5 posiciones y tiene compromiso colectivo. Buen reboteador en ambos canastos y, cuando Unión logra correr, es imparable. Posee, además, un buen tiro de media y larga distancia (51% dobles, 44% en triples). Anota 16 puntos por juego, captura 6 rebotes y reparte 2 asistencias. 
 
JUAN PABLO VENEGAS (Obras)
 
¡Vaya explisión del peruano! No le pesó el cambio de chip: ante la partida de Fernando Zurbriggen, se transformó en el base inicial y líder del Tachero, y lo está haciendo de manera brillante. Su combo de técnica individual, lectura y tiro lo hace muy peligroso, más aún cuando utiliza su verticalidad para generar dinámica en un equipo que de eso depende para seleccionar buenos tiros. Sus promedios: 12 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias, con un buen 51% en tiros de cancha y un 91% en la línea. La llegada de Barral le quitará cantidad en la toma de decisiones, pero calidad seguro que no. 
 
YOANKI MENCÍA (Gimnasia)
 
Una bestia física. Gimnasia apostó por el cubano hace varios años, y no se equivocó. Su crecimiento no se detiene. A su impecable capacidad atlética le sumó lectura de juego sin pelota y tiro de larga distancia como definidor (41% triples). Lo mejor de él se ve cuando el PACE de juego es alto, porque brilla a campo abierto. Su energía, desplazamiento y compromiso le permiten defender las 5 posiciones, es muy buen reboteador (6 de media) y asimiló el ADN de Gimnasia asumiendo su rol: 16 puntos por partido, un muy buen 62% en dobles y una valoración de 16,6 respaldan su gran momento. 
 
MELVIN JOHNSON (Oberá)
 
Un auténtico asesino. En una Liga en la cual no sobran jugadores capaces de generar puntos desde acciones de uno contra uno, el escolta del equipo misionero tiene ese recurso como marca registrada. Aunque no es su única arma. Es capaz de lanzar a la carrera, usando bloqueos directos o indirectos, como definidor/sport up o desde el bote. Cuando está encendido es mejor darle la bola y correrse a un costado: su media es de 19 puntos (52% en dobles y 38% en triples). Además, sus 4 asistencias de promedio muestran, también, su capacidad como generador. Está claro que defender no es lo que más disfruta. Zapatero a su zapato.