LNB · 20 de May de 2021

Nota a Santander: "Ganó el básquet argentino, esto debemos valorarlo y cuidarlo entre todos"

Atravesar toda una temporada dentro de un contexto sanitario tan delicado es motivo de celebración para el técnico campeón con San Lorenzo. "Esta temporada me gustó mucho", analizó.

Por Lucas Leiva

Ya consagrado campeón de la Liga Nacional, en su semblante quedó plasmado su satifsfacción tras haber finalizado la temporada más atípica de la historia. No es para menos, fueron muchos meses de esfuerzo que terminaron el pasado domingo con el premio máximo para su San Lorenzo, adjudicándose el pentacampeonato. Para Silvio Santander, uno de los entrenadores más prestigiosos pero también uno de esos hombres de gran sabiduría que enaltecen a nuestra competencia, fue el cierre de un año donde todos los actores de la Liga se unieron para llevar adelante una 2020/21 compleja por la situación sanitaria pero que una vez más sacó a la luz el corazón de todo el básquet argentino.

En diálogo con Prensa AdC, Santander se refirió a esta temporada de la Liga donde remarcó que, más allá del estrés y el desgaste generado, todas las partes que componen a nuestro básquet deben valorar el haber podido completar la temporada en buenos términos. Y sin dejar de lado otras cuestiones, como el nivel y el prestigio de la Liga, la importancia de una competencia que sigue promoviendo valores jóvenes y el avance intelectual de los mismos para componer todo un proceso que termina demostrando las razones de algo que nos permite seguir creciendo.

- Más allá de la satisfacción y la felicidad que te generó otro título más, hay una imagen tuya cuando termina el quinto punto de la final en la que la lectura que uno hace fue la del alivio. ¿Fue por el trabajo realizado o también por hacerlo dentro de una liga tan diferente?
- Sí, también. Fue una sensación que a muchos protagonistas nos pasó en el año por haber terminado una liga muy especial. Ojalá que sea la última liga que tengamos que atravesar con una pandemia, y ante todo una cuestión de estrés y desgaste, de situaciones sanitarias que tuvimos que ir aprendiendo. Parecería que un poco la sensación fue esa, de cómo llegar al final de la temporada, por supuesto contento de conseguir un objetivo importante para el club pero también en esto de poder haber podido terminar la temporada, un detalle que no se puede minimizar. Creo que ahí ganamos todos, ganó el básquet argentino, porque pudimos jugar una Liga en un momento tan delicado como el que venimos pasando.

- Gerardo Montenegro destacó esta semana lo valorable que fue que todos los actores del básquet resignaron cosas o situaciones en pos de jugar la Liga. Localías, salarios, la disposición de estar encerrados en un hotel por meses y en varios casos alejados de sus familias...
- Sin dudas. Creo que la disposición y dedicación que componen todas las partes afines al básquet ha sido valorable e impecable. Es de valorar y destacar cada uno de los gestos que han hecho todos los componentes, porque acá tuvimos una temporada dentro de la cual hemos ido aprendiendo a cómo llevarla adelante, tuvimos miedos a los contagios, tuvimos también esa incertidumbre de saber cómo seguía todo... y teníamos que sacar esto adelante, la máquina debía seguir funcionando porque hay mucha gente que trabaja, que vive de esto, y la situación de que también tienen que seguir las otras ligas. Necesitábamos que la rueda no se detenga, y fue así cómo se terminó dando.

- ¿Qué te genera ver esa conjunción de todas las partes?
- Me parece que eso lo tenemos que valorar entre todos y cuidar, y al mismo tiempo desear que puedan completarse también las otras ligas porque esto ha sido un esfuerzo de todos. Creo que todas las partes que componen la familia del básquet tenemos que valorar esto y saber que contribuimos a que todo esto pueda hacerse y seguir, sabiendo que hubo que respetar protocolos y que la situación sigue aún siendo complicada, y que todos siempre queremos lo mejor para la actividad.

- ¿Qué opinión te mereció esta Liga?
- A mí me gustó mucho. Me parece que sigue siendo una liga que ofrece oportunidades a jugadores jóvenes y de edad intermedia, que se siguen desarrollando y que la Liga los mejora. Hay muchos casos de chicos que han evolucionado. Parece que hubo muchos equipos que jugaron muy bien al básquet, todo en un contexto donde la pandemia quizá impidió a algunos clubes traer algún extranjero más de calidad o poder reforzar algún que otro plantel. Pero más allá de esto último, que es un detalle en el todo y lo muy buena que fue la Liga, la competencia que tuvo la Liga esta temporada ha sido muy buena. Los jugadores siguen creciendo y eso es lo más importante.

- Dentro del contexto, el nivel y prestigio creés que no se perdió.
- Sin dudas que no. El prestigio de la Liga, ese que tiene desde siempre, no se perdió en absoluto.

- Esta liga siempre desarrolladora de jóvenes, con muchos pibes puntualmente haciendo una aparición mucho más marcada en esta temporada y sabiendo que hay ejemplos múltiples. ¿Cómo viste que los equipos reaccionaron a este escenario?
- Ahí me parece que los equipos que han apostado muy bien en su cantera y han trabajado en su desarrollo en el último tiempo fueron claramente beneficiados, y han hecho de eso una herramienta más para el armado de los equipos. Sobre todo en esta liga donde algunos, en lugar de apostar a traer algún extranjero, le dieron lugar a esos jóvenes para que puedan tener un mayor protagonismo. Y eso es muy bueno sin dudas, es darle oportunidad a jugadores jóvenes que ya pertenecen a tu club, que conocen la filosofía del entrenador y que tienen todo para abrir sus alas, es satisfactorio desde cualquier lugar de donde se lo mire: desde el propio club, del entrenador, de la competencia misma, desde las autoridades... que sigan surgiendo jugadores y que el material se siga renovando, con la siempre posibilidad de tener la incursión de algún joven destacado es muy valorable.

- Y son jóvenes que se prepararon para dar ese salto. Hay casos de jóvenes que viniendo desde Liga Argentina o Federal, pudieron afirmarse en la Liga, y yendo más atrás también, hay situaciones que se dan con el club de barrio como formador. Y eso es algo que vos conocés y mucho.
- Sí, creo que ahí tenemos un puente muy sólido entre el club de barrio y las competencias nacionales, que robustece todo el básquet argentino en su conjunto, que tiene como de alguna manera un andamiaje ya aceitado y es algo que le va a dar salud al básquet por muchos años. En el club de barrio seguimos teniendo formadores de primer nivel, tenemos chicos que aman jugar por el solo hecho de representar al club de su comunidad, porque se multiplican los torneos asociativos y porque además, tanto la Liga como la Liga Argentina y el Torneo Federal, mismo con las categorías de básquet femenino, le ofrecen a ese chico un lugar en donde se pueda instalar. No hay una fórmula, alguno puede venir y explotar desde la segunda categoría, otro desde la Liga Nacional, otro tal vez tiene que bajar para después subir... lo interesante es tener ese espacio que lo pueden aprovechar para desarrollarse. Entonces ahí existe un puente, una conexión, muy sólida y firme. Después eso traza a otro puente que es el último paso en la cadena de desarrollo que tienen que hacer que es cuando van a Europa o Estados Unidos.

- Indirectamente esto lo relaciono a talentos que hoy se convierten en los Campazzo, Deck o Vildoza, de cómo la Liga actuó también para que ellos tengan el lugar que hoy tienen y que en algún punto alguno podía imaginar que era irrepetible post paso de la GD.
- Sí, y no nos olvidemos que lo que tiene que ver con categorías de formación, tanto chicos como chicas, tenemos cerca de 20 jóvenes estudiando en algunos college de Estados Unidos, que es otra forma más de alcanzar eso. Eso no lo podemos no ver porque es muy importante, y sin dudas que forma parte de ese camino para llegar.

- En esa punta del iceberg de Europa o EEUU, no hay que perder de vista toda esa base que permitió que cada uno haga su camino... ¿esa sería la lectura?
- Exactamente, por eso creo que nosotros tenemos que valorar todo lo que tenemos como estructura del básquet argentino. Que el club de barrio, conectado a ligas profesionales, trabajen y se alimenten para después buscar ese último paso en la cadena de desarrollo, el último tirón para seguir evolucionando y creciendo por supuesto, pero se forman acá, y eso también tiene que quedar bien sentado cada vez que nos expresamos todas las partes. Cuando a veces leo que en otro lugar se hacen los jugadores digo que no, porque el club de barrio es el mismo que también saca a Sabatini, a Luciana Aymar, y a cada jugador de fútbol. Nosotros acá tenemos algo que es muy sólido desde hace mucho tiempo y debemos tenerlo en cuenta siempre, no perder eso de vista.

- ¿Te sorprende un poco el grado de intelectualidad que están teniendo muchos jugadores y jugadoras jóvenes? No sé si es por una cuestión de espejo puntual que se tomó o algo más propio de lo generacional, pero hoy ya abundan los jugadores que se capacitan, que estudian el juego mucho más y hasta incluyen una formación académica en esa doble carrera. Uno encuentra muchos ejemplos en la actualidad.
- Creo que es multifactorial. Es producto de ejemplos que van recibiendo de espejos en cuanto al básquet y después también el entorno familiar que poseen. También es parte de la necesidad dentro de esta globalización en la que no podés quedarte sin capacitarte, tenés que estar en un constante estado de aprendizaje porque las cosas van evolucionando, cambiando, y es todo tan dinámico que no sabemos cómo va a ser todo dentro de 10 años. Entonces hay que empezar a abrirse. Me parece que son varias las razones, y en buenahora que todo esto suceda, que tengamos atletas cada vez más formados porque también eso en las cuestiones cognitivas se traslada después a la cancha.

- Piccato hace un tiempo dijo que para el entrenador, tener jugadores con este grado de intelecto también representa un desafío y ayuda a la labor del técnico. ¿Te pasó algo parecido?
- Sí, claro. Estamos en esa etapa. El jugador tiene esa curiosidad, está en esa etapa de mucho análisis, de investigar constantemente. Incluso también corre para los entrenadores, porque tenés que estar viendo bien qué vas diciendo, cómo armas un plan de juego y cómo planificas porque hoy se sabe un poco de todo, cada uno tiene acceso a estar más informado que antes y eso para nosotros como entrenadores es bueno porque te pone en un estado de aprendizaje y de alerta permanente. Es muy sano.

- Te pido una reflexión de Tokio y la expectativa que seguro te debe generar lo que se viene con la selección.
- Acá me parece que la ilusión más grande es que Sergio pueda continuar al frente del proyecto y que ojalá podamos tener a todos los jugadores para que lo que pasó en China al menos se le dé la posibilidad al grupo de poder reunirse, juntarse y competir dentro de una cancha, porque creo que a todos nos quedó una muy bonita sensación de lo que pasó. Es una alegría enorme poder volver a estar con Sergio de nuevo, acompañando este proceso. Estamos en buenas manos, ojalá podamos tener unos buenos Juegos.

Fotografía: Marcelo Endelli / Liga Nacional

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