LNB · 18 de May de 2021

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Cosolito: "Es una de las temporadas que más recordaré de mi carrera"

El capitán de Quimsa se mostró agradecido, con un poco de amargura por el desenlace pero feliz por el camino recorrido. Aseguró que la Liga "está más fuerte y con un compromiso cada vez mayor". Sobre San Lorenzo sostuvo: "Jugó a todo o nada, plata o mierda, y le salió bien. Hay que felicitarlo y seguir apostando a querer vencerlo".

Por Noelia Ortmann

Final del quinto partido en Obras. Mauro Cosolito no oculta en su cara la tristeza por no alcanzar el logro máximo: la tan ansiada Liga Nacional. Transcurrieron cuatro días del sábado 15 de mayo pero la derrota todavía duele en el cuerpo del alero, líder de Quimsa, emblema emocional y corazón del plantel, el responsable que le marcó el camino a sus compañeros desde la energía, el ímpetu, las ganas y la convicción. Mientras digiere la caída, el capitán habla sobre el camino que recorrieron todos juntos para concretar el objetivo de finalizar una nueva Liga.  

Después de una edición histórica, difícil y distinta, el santafesino destacó la importancia de "formar una familia" con Quimsa y que todo este tiempo "fue duro pero de mucho disfrute". Sobre su lesión, que le impidió estar en plenitud en las finales, el capitán no esconde su amargura: "El equipo se merecía que esté y estuve, como pude. Habíamos hecho un año espectacular para tratar de jugar la final y ese es el dolor que me queda, de no estar al cien por ciento de mis capacidades físicas". Sin embargo, Mauro ya piensa en la recuperación de su brazo y permite ilusionarse en grande de cara a lo que viene: "Estuvimos a un partido de llevarnos la Liga, que sin dudas es mi sueño. Quiero jugar en equipos como el de este año para ganarla". 

Además hizo una gran reflexión sobre su Quimsa: "Lo recordaremos mucho, formamos un gran grupo humano, aprendimos mucho, sin peleas, llevándonos bien, con mucha conviviencia. Dimos todos un paso adelante, todos somos mejores que la temporada anterior. Todos pudimos crecer". 

-Llegamos al final de la Liga. Seis meses de competencia de una temporada atípica para todos. ¿Cómo te sentís hoy cuando mirás todo lo que sucedió?

-Estoy muy feliz por haber terminado otra Liga Nacional. Sin dudas que cuando empezamos lo que queríamos todos era terminar y en buenas condiciones, que haya un campeón, no como el año pasado. Lo pudimos hacer y eso es porque hubo un gran esfuerzo dirigencial, de los jugadores, de cada persona que compone la competencia. No quiero nombrar puntualmente, porque hay muchos involucrados y no me gustaría olvidarme de nadie. Siempre recuerdo a los utileros, la seguridad, toda la gente en Ferro y en Obras, que se puso a disposición y nos cuidó todo el año, estamos más que agradecidos. Nosotros pudimos trabajar en un año muy difícil, cerrar una Liga. Hoy estuve leyendo las palabras del presidente y la verdad que sentamos bases sólidas, la Liga está más fuerte y con un compromiso cada vez mayor. Todas las patas de la mesa demostramos ser una buena base para el certamen, que se haya podido jugar es gracias al trabajo de todos.

-¿Cómo fue el camino de este Quimsa que logró ser el campeón de América allá por fines de octubre y llegó a jugar el último día de la Liga Nacional?

-El camino de Quimsa fue hermoso. Empezó en agosto viniendo a Santiago del Estero, realizando muchísimos hisopados, terminando la Champions del año anterior, coronándonos campeones. Después disputando la Liga, en el medio jugamos el Súper 20 y lo ganamos. Jugamos la Final Intercontinental que nos venció San Pablo Burgos, luego el Final 8 de la segunda edición de la BCLAmericas. Fue lindo pero no dejó de ser duro, lejos de nuestra casa, de nuestra familia, cumpliendo reglas y protocolos, viviendo en un hotel sin poder salir porque nadie se quería perder ningún partido clave. Formamos una familia, siempre el que teníamos al lado era un compañero de equipo que nos ayudaba. Fue duro pero de un disfrute muy grande. Disputamos muchas finales y creo que cualquier deportista quiere eso, además estuvimos desde el primer encuentro de la Liga hasta el último. Sin dudas que nos hubiera gustado salir campeones pero fue para San Lorenzo y también queríamos felicitarlos a ellos por el logro. 

-Hablamos mucho sobre la parte psicológica en todo este trayecto y me parece que fue fundamental sobre todo en vos en la previa del cuarto partido. ¿Cómo manejaste toda esa confianza? ¿Y qué sentiste en la cancha ese día? Porque se te notó seguro, líder, sin mencionar que jugaste lesionado, fue realmente emotivo.

-Nosotros como equipo confiábamos sin duda en cada uno de los jugadores, cuerpo técnico, en todos los integrantes de esta gran familia. Yo trabajé mucho en mi parte psicológica, en tratar de dominar todos los aspectos de los partidos, de jugar cada partido como soy yo, dejando todo hasta la última pelota. Estoy muy contento con la Liga que hice por como fui evolucionando, mejorando y tomando responsabilidades a medida que el tiempo avanzaba. La verdad que estoy con un gusto medio amargo por no haber podido jugar para lo que me preparé durante toda la temporada. Estaba listo para las finales, muy bien físicamente y de la cabeza pero un golpe, un accidente, una mala fortuna en una jugada me impidió estar al máximo potencial, la verdad es que estaba con los ligamentos cortados y una microfractura en el húmero. El cuarto partido fue un impacto psicológico, más que nada por la vuelta, pero cuando se acercaba el quinto, el brazo seguía con el mismo dolor, levantaba temperatura, me costaba muchísimo descansar de noche por toda la adrenalina que estábamos pasando. La confianza en mí desde el equipo estuvo siempre, hasta el último segundo.

-Imagino toda esa mezcla de emociones y en una final...

-Tuve sensaciones encontradas con respecto al cuarto y al quinto. Me sentía muy bien de la cabeza empujando a mis compañeros pero sentía que no le podía dar una mano en todo lo que le quería exigir a mi físico, acciones que no podía hacer, cada choque me dolía, pero el cuarto fue el impacto de estar. Le di una energía extra al equipo, que ese día la necesitaba, que no era tanto de básquet ni de tomar decisiones, sino de estar presente. Hicimos las cosas bien, me tocó meter un par de puntos y forzamos el quinto. Ya el último, el partido no se dio así. Estábamos jugando mejor y no se necesitaba tanto el impacto de que ingrese pero cuando me tocó entrar el brazo seguía doliendo y todo lo que quería hacer con el cuerpo no pude hacerlo de la forma que quería. El equipo se merecía que esté y estuve, como pude. Habíamos hecho un año espectacular para tratar de jugar la final al cien por ciento y ese es el dolor que me queda, de no estar al cien por ciento de mis capacidades físicas. 

-¿En dónde creés que estuvo el mérito de San Lorenzo para remontar esa diferencia de 15 puntos? ¿Qué influyó más, lo mental, la jerarquía, el cambio de estrategia por parte de ellos en el segundo tiempo?

-El quinto hicimos un gran juego pero en un momento se nos vinieron. Empezaron a entrar pelotas que no les estaban entrando y se soltaron un poco más. Jugaron a todo o nada o "plata o mierda" y les salió bien. Nosotros estábamos bien, pero una vez que nos emparejaron, nos pasaron a dominar ellos. Nos enfrentamos con un gran equipo, San Lorenzo llegó con los roles bien definidos a la final, jugando como ellos querían, seguramente en un momento arriesgaron de más porque se vieron abajo y creo que el valor de ellos fue nunca rendirse, por algo son tan respetados y vienen marcando la competencia hace años. Luchan hasta la última bola y tienen gran jerararquía para estas instancias. Creo que por ahí pasó el mérito del que era el campeón defensor. Nos ganó un muy buen equipo, no tengo dudas. Creo que merecíamos ganar por nuestro esfuerzo pero ellos sin dudas también. Nos vencieron de buena fe y adentro de la cancha. Hay que felicitarlos y seguir apostando a querer vencerlos. 

-¿Qué te deja a vos en lo personal toda esta temporada?

-Me sentí muy cómodo en un equipo que jugó cinco finales. Me respetaron y me respaldaron. Me sentí líder. Una de las temporadas que seguramente más recuerde en mi carrera. Vivimos seis meses en un hotel, lejos de todo, entre nosotros nos fuimos empujando para siempre dar más. Me deja un aprendizaje increíble. Siento amargura, estuvimos a un partido de llevarnos la Liga, que sin dudas es mi sueño. Quiero jugar en equipos como el de este año para tratar de ganarla. El camino fue hermoso, con altas y bajas pero siempre luchando todos juntos. Teníamos muchos desafíos, respetamos mucho la Liga y fue un mérito grande de todos. Pero con ese sabor amargo de jugar un partido y medio en una final, para la que me había preparado físicamente y psicologícamente. 

-Si tuvieras que definirme qué significa para vos Quimsa y hablarme del grupo que formaron este año ¿qué me dirías?

-Quimsa significó un paso grandísimo en mi carrera. Tanto este año como el pasado hicimos un grupo maravilloso. Logramos hacer del club un lugar donde pasamos horas divirtiéndonos, donde los más grandes aconsejan a los más chicos, donde los más chicos son escuchados. Todos queríamos el bien común. Desde el cuerpo técnico con Seba (González), los asistentes, el cuerpo médico, todos queríamos lo mejor para el otro. Muchas veces no teníamos ni que pedir las cosas, que ya estaba resuelto o estábamos ayudando en lo que se pueda, sea un consejo, pasar la pelota. Por ahí vos veías la práctica y estaba el kinesiólogo pasando la pelota a los demás compañeros que por ahí ni se tenían que involucrar y lo hacían con ganas. Festejábamos que al otro le vaya bien y eso fue clave. Ahora estamos con un poco de bronca por haber perdido la final pero sin dudas lo recordaremos mucho, formamos un gran grupo humano, aprendimos mucho, sin peleas, llevándonos bien, con mucha conviviencia. Dimos todos un paso adelante, todos somos mejores que la temporada anterior. Todos pudimos crecer. 

-Por último, ¿cómo estás de tu lesión y cuáles son los pasos a seguir?

-Estoy con mi cabeza en tratar de volver lo antes posible a lo que me alegra la vida que es el básquet. Con ganas de entrenar y ponerme en forma para lo que viene. Tuve una microfractura en el húmero y se me cortó el ligamento de la parte interna del codo. Ahora tengo que inmovilizarlo con una férula a 90° por dos o tres semanas y luego me harán una resonancia para probar la estabilidad y movimiento para ver si el ligamento soldó contra un hueso o hay que reinsertarlo, hay una posibilidad de que suelde y la operación no sea tal pero eso hay que evaluarlo. Ahí voy a saber cuáles son los pasos a seguir. Seguramente los realice enseguida para tratar de no perder mucho tiempo y volver para estar antes de la pretemporada que viene al cien por ciento. Si me tengo que operar puede llevar un mes, mes y medio para volver a las canchas. Gracias a Dios no fue tan gran grave, ahora pondré la cabeza en recuperarme y en llegar a la próxima temporada mejor que esta. Estoy agradecido por una nueva Liga disputada. Hay que agradecer y disfrutar.

Fotos: La Liga Contenidos

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