Mariano Fierro, tiene 35 años, mide 2 metros y dedicó su vida al deporte. Animado por sus dos hermanos mayores que también jugaban al básquet, la pasión por la naranja inició cuando tenía cinco años: “Con mi grupo de amigos vivíamos jugando en el club fuera de los entrenamientos”.

El Club Atlético de Chascomús lo albergó hasta sus 16 años y luego fue Estudiantes de Olavarría quien lo reclutó y lo guió en sus primeros pasos en el profesionalismo. “Estudiantes me formó como jugador y como persona, estuve ahí cinco años”.

La carrera de Mariano producto de su esfuerzo y dedicación es muy extensa, el éxito de cada paso que dio resalta cuando se recorren su números y logros. Uno de los momentos más significativos sin dudas fue el debut en la Liga Nacional, incluso recuerda la fecha exacta y más detalles de aquel gran momento.

“El 4 de enero de 2004, hermoso momento. En esa época era muy difícil jugar y poder cambiarse en la liga. Me costó mucho, extrañaba a mi familia y a mis amigos, no había muchas formas de comunicarse como ahora, los celulares recién estaban saliendo. Pero el día que llegó el debut fui muy feliz porque ahí comenzó un largo recorrido que quiero seguir por mucho tiempo más”.

En el 2006 fue parte de Gimnasia de La Plata y luego fue el primer argentino, junto a Sergio López, en vivir la experiencia de jugar en Centroamérica: vistió la camiseta del Cosmos de El Salvador y ganó el torneo de volcadas luego de una final mágica el 15 de abril de 2007.

En su regreso al país continuó dejando huella en San Martín y no se puede pasar por alto su participación en la Liga de las Américas: “La final se jugó con un equipo de Brasil al mejor de 3, nosotros teníamos ventaja de localía pero perdimos dos juegos de la misma forma: en el último segundo el base metió el triple de la victoria. Son de esas derrotas duras pero este es un deporte tan hermoso que al otro día te da revancha”.

Y efectivamente el básquet le dio revancha en los momentos que vivió en Regatas de Corrientes, Boca Juniors, Peñarol, Atenas de Córdoba, Libertad de Sunchales, San Martín de Corrientes, Hispano Americano y la lista continúa…

En la temporada 2018/19 defendió los colores de Ferro y fue elegido como el jugador más valioso MVP en el Juego de las Estrellas LNB 2019. Después su carrera continuó en Comunicaciones de Mercedes y nuevamente consiguió otro gran logro: fue incluido en el quinteto ideal de la LN en la 20/21. En septiembre del 2021 se fue a San Andrés, Colombia para integrar el Caribbean Storm Islands.

Luego de pasar por tantos equipos aún conserva amistad con Alejandro Diez, su mejor amigo del básquet, desde que ambos se conocieron en Estudiantes. Hasta el día de hoy se siguen alentando y acompañando. “El básquet es una gran familia y hay mucho respeto entre todos”.

Durante la temporada pasada estuvo en Instituto, actual campeón de la máxima categoría nacional. Feliz por la experiencia comenta con emoción que le dedicó el título a su hija y a Paz que vivieron un año complicado. También a su familia que lo vio alcanzar el campeonato.

“La estadía fue muy buena, tenía un objetivo claro cuando firmé: salir campeón. Me incorporé en enero y cuando estás en un equipo que pelea, los roles de cada uno son distintos y todos tiran para el mismo lado y piensan en equipo. Mi pensamiento siempre fue ayudar sin importar desde dónde y dejé muchas cosas de lado, dejé el protagonismo de los años anteriores. Siempre voy a estar agradecido con los jugadores y el cuerpo técnico por haberme bancado tanto con mis asuntos personales”.

Trabajador, dedicado, familiero, con mucha experiencia que lo respalda, llega al eterno para la próxima temporada de la Liga: “Estoy muy contento de poder formar parte del club. Me encantaría ayudar a la institución a seguir creciendo en su segundo año en la liga, sé que la gente se acerca mucho al estadio y más allá del club, representar a una provincia es muy lindo”.

Informe: Prensa Riachuelo de La Rioja