Desde su Cuba natal, no fueron pocas las veces que Adriano Barreras se ilusionó con la posibilidad de poder desembarcar en la Liga Nacional. La misma Liga donde se formaron la mayoría de los integrantes de la Generación Dorada del básquet argentino, cuyas epopeyas también fueron noticia en la isla caribeña. Años más tarde, ese sueño se hizo realidad. Adriano se sumó a Ferro, se convirtió en el último refuerzo del plantel conducido por Federico Fernández y ya tacha los días para hacer oficial su debut en la Primera Fase de la temporada 2020/21 de la competencia.

A poco menos de una semana de su llegada, el escolta, de 1.86 metros y 27 años, analizó sus primeros días en el club, su adaptación al equipo y contó sus expectativas para su primera experiencia en La Liga y con la camiseta Verdolaga.

-¿Qué significa para vos llegar a un club como Ferro?

-Súper bien. Una por la historia que tiene Ferro, porque eso es lo primero que se aprende. Algunos hinchas me escribieron por Instagram y Facebook y me hicieron un poco el resumen de la historia de acá. Eso es lo bonito de venir y saber que tiene su historia, su hinchada, sus cosas. Segundo, sumarme a un grupo de chicos que han pasado por cosas similares a las tuyas y eso se lleva a la cancha y se transforma en energía. Entonces llegan acá y se siente esa amistad, pero también esa rivalidad, esa competitividad, esas ganas de jugar, de ganar, de hacer las cosas bien. Es un grupo muy lindo.

-¿Y qué representa para vos jugar en La Liga Nacional?

-En Cuba ponían muchas cosas de la Generación Dorada. Yo siempre decía que quería jugar en Argentina. Es un sueño que uno dice que es muy difícil que se cumpla, porque salir de Cuba es muy complicado. Pero mira las vueltas que da la vida… Pude migrar a otro país y trabajé durante cuatro o cinco años. Llegar acá es como un sueño cumplido.

-¿Físicamente cómo te sentís en tus primeros días?

-Como los jugadores de acá, prácticamente llevaba siete meses sin jugar. Sí me estuve preparando bastante bien en este tiempo porque soy entrenador, tengo mis cosas, pero no es lo mismo. No es lo mismo entrenar con chicos, sin experiencia deportiva, ir a una cancha solo, entrenar dos o tres horas diarias, que venir a entrenarme con un grupo de compañeros que te van a exigir. Toma unos días, pero enseguida te adaptás.

-Para la gente de Ferro que aún no te conoce, ¿cómo te describís como jugador?

-Soy bastante picante, como creo que dicen acá, ¿no? Soy un jugador bastante intranquilo: me gusta defender, correr, involucrarme en las cosas. Por ahí al principio me costó adaptarme, porque uno viene de ligas más pequeñas. Pero eso es lo bonito, si uno quiere madurar y aprender ciertas cosas, deportivamente hablando, es la manera.

-¿Qué expectativas tenés para esta temporada?

-Hacerlo lo mejor posible y tratar de aportar un granito de arena al club. No conozco a todos los jugadores de la Liga, quizá a algunos, pero en realidad para mí son todos iguales: tienen dos brazos, dos piernas y en la cancha gana el que mejor lo haga. Así que ya veremos qué pasa.

Barreras llega proveniente de Nacional Potosí Básquetbol, donde fue subcampeón de la temporada 2019 de la Libobasquet de Bolivia. En esa campaña, promedió 26.7 puntos, 5.3 rebotes y 3.4 asistencias. Previo a su llegada a Nacional, el cubano también tuvo pasos por Piratas de los Lagos y HR Portoviejo (ambos equipos de Ecuador), entre otros clubes.

Informe: Prensa Ferro