Liga Argentina · 16 de Abril de 2019

Hindú · Hindú

"No hay secretos, es querer y tener amor por lo que hacés"

Pablo Fernández, emblema de Hindú y de la categoría, habló sobre la clasificación del Bólido Verde entre los 4 primeros del Norte y explicó el desempeño del equipo a través de la fase regular. El alero rosarino se refirió a su rendimiento y la vigencia que sostiene, que lo mantiene como uno de los más destacados de la liga.

Por Lucas Leiva

Cumpliendo con su constante desafío de apuntar siempre a lo más alto, Hindú Club ha conseguido ser uno de los cuatro clasificados directamente a cuartos de final de la Conferencia Norte luego de finalizada la fase regular. El elenco de Resistencia viene realizando un gran año, por despliegue pero también a nivel de resultados que lo han colocado en el lugar donde hoy se encuentra.

Hindú se clasificó en el 4° lugar del Norte con un registro de 18 partidos ganados en 26 disputados durante la segunda fase. Estuvo a punto de terminar tercero en la última jornada, pero lo importante es que logró asegurarse la clasificación directa a cuartos una fecha antes de terminar sus compromisos dentro del calendario. Con un 69.2% de victorias, los dirigidos por Fernando Rivero ahora tendrán unos días de descanso mientras esperan por su rival, que saldrá de las series de reclasificación que comenzarán a disputarse a partir del viernes 19.

Pablo Fernández viene siendo fundamental dentro de la columna vertebral de Hindú. El alero, uno de los jugadores más experimentados dentro de la categoría y sin dudas un emblema por su constancia y vigencia en altísimo nivel, es de los grandes responsables de este nuevo año prometedor para el Bólido Verde. Su experiencia es clave dentro de la estructura del equipo chaqueño, como así también el aporte estadístico donde se destaca: promedia 12.9 puntos (39.4% en triples), 4.4 rebotes y 3.2 asistencias en 31.1 minutos por partido, y es de las banderas más destacadas que tiene Hindú.

El rosarino habló sobre cómo resultó esta fase regular para el elenco de Resistencia, donde transita su tercer año consecutivo, además de explicar las sensaciones que hay tras haber clasificado directamente a cuartos de final y analizar su presente, siempre con la vara alta de seguir superándose y sin perder ese característico empuje y hambre que tiene por lograr lo máximo.

- Contame un poco cómo son las sensaciones después de haberse clasificado entre los 4 mejores.
- Es muy importante haber clasificado dentro de los primeros 4. El objetivo era llegar lo más alto que se podía, yendo partido a partido, y lo fuimos construyendo. Una fecha antes de terminar el torneo nos metimos dentro de los primeros 4. Por ahí uno se queda un poquito con esa sensación de que en el final podíamos haber quedado terceros, o cerrando bien el juego anterior por ahí subíamos un poco más. Pero hay que tener los pies sobre la tierra y también entender que este torneo es durísimo. Estamos muy contentos con esto que logramos, porque este tiempito nos va a venir bien para recuperarlo a Alejo (Montes) que se nos había desgarrado y para que el resto también se reponga desde lo físico.

- ¿Para Hindú este objetivo estaba en la mira desde un principio ya que siempre se arma con aspiraciones altas?
- Sí, es uno de los objetivos que teníamos en mente, y no le esquivamos al hecho de que también estamos en Hindú. Dentro de la categoría el club arma equipos para pelear por el ascenso, entonces tampoco podemos evadirle a ese objetivo. Cada vez que Hindú arma los planteles los hace con un objetivo claro y la idea de que sean competitivos. Si bien uno estando desde el lado de adentro se queda con ese gustito de que quizá podríamos haber escalado un poquito más, la realidad es que hay que ser conscientes de que se trabaja día a día para llegar lo más alto posible, y a veces se te da y otras veces no. Nosotros estamos muy contentos por haber clasificado dentro de los mejores 4, no es poca cosa.

- ¿Qué balance te dejó lo hecho en la fase regular? Porque más allá de que pudieron tener altibajos entendibles por la cantidad de partidos, la realidad que también son parte de una conferencia durísima.
- La zona Norte es muy dura, sin dudas que sí. Y también lo ha sido muy dura la primera fase donde éramos seis equipos, la fase de división. Desde el principio todo fue duro desde la competencia, tuvimos 18 partidos ganados de los 26 en segunda fase, perdiendo solo 8, y haber conseguido eso es muy valorable teniendo en cuenta que también llegamos a ganar 9 consecutivos. Por momentos jugamos muy bien y siempre intentamos jugar al básquet, algo que siempre hay que destacar. Tal vez hay rivales que nos sientan más incómodos que otros, porque somos un equipo más grandote y cuando jugamos contra equipos más dinámicos y chicos nos cuesta un poco. Pero creo que durante el año el balance que se hace cuando lo empezás a ver con los números es totalmente favorable.

- Se vienen los playoffs ahora y siempre se habla de que es un torneo aparte. ¿En cuánto pesa la experiencia que tienen dentro del plantel para afrontar este tipo de situaciones tan importantes?
- El plantel se armó muy bien, con experiencia y los chicos que tiran para adelante, que tienen juventud y ganas. Estoy muy contento con el plantel que se armó. Después la verdad es que se me hace muy difícil hablar antes de unos playoffs, porque el equipo tiene una experiencia bárbara y todo lo que quieras, pero si vos a esa experiencia no le agregás juego te tirás de cabeza a lo que pueda pasar. La experiencia solamente te indica que tenés que actuar. Es fundamental cuando perdés o ganás para entender que esto continúa, te hace tener los pies sobre la tierra. Lo bueno también de que seamos varios veteranos es que por ahí no necesitás pegarte unos gritos con el otro, ya solamente mirándote entendés lo que uno quiere o no. La verdad es que uno trabaja para esto, para los playoffs, pero después siempre digo que uno tiene que dejar la suerte de su lado, ir a buscar esa suerte y tenerla de tu lado, porque podés tener una lesión o un cruce justo contra el equipo que te quedaba incómodo. Por eso creo que es una combinación de cosas, pero nosotros como jugadores nos preparamos para esto, tenemos que ir a jugar. Yo soy de la idea de que a la experiencia la tenés que ayudar, y la mejor forma es salir a jugar, tirándote de cabeza. A esta altura lo que tenés que tener es hambre, querer ganar, que no te dé igual ganar o perder. Cuando se achiquen y quedemos los 8 van a ser cruces muy parejos porque hay equipos que se han reforzado muy bien, Salta Basket ha quedado en la zona de abajo, o Ameghino también que es uno de esos equipos que tiene un goleo muy importante. Creo que todos los equipos que están en la Zona Norte son complicados, por lo que cualquier cruce va a ser muy duro para quien sea. Es cuestión de trabajarlo y no creer que se gana ni con experiencia ni con una receta mágica, acá es jugar los 40 minutos y trabajar el partido.

- Más allá de lo puntual en esta temporada, nuevamente volvés a tener un nivel sobresaliente en esta liga, como sucede año tras año. Ya siendo uno de los referentes no solo de Hindú sino de toda la categoría, porque te has hecho un nombre en base a esa figura que formaste, hay una clara bajada de línea que transmitís en cuanto a tu constante dedicación al trabajo y apuntando siempre a dar lo máximo. ¿Cómo se logra eso?
- El hambre y la competencia uno lo trae desde chiquito. Me acuerdo de mi grupo de amigos de toda la vida, desde chiquito, donde salíamos de la escuela, íbamos a lo de mi abuelo y me instalaba en el club hasta la noche que me iba a buscar a mi viejo, y ahí en Provincial de Rosario jugábamos a lo que se te pueda cruzar por la cabeza: fútbol, tenis, básquet... cualquier deporte, donde había una pelota estábamos jugando, y era jugar a ganar, contra los más grandes y anotándote en todos los torneos que había. Creo que eso del hambre uno lo tiene que alimentar siempre. Después uno también es consciente de la edad que tiene, de lo que se tiene que cuidar, de lo que tiene que comer, de los horarios de descanso y demás. También es tener suerte de estar en un equipo que entrene como lo hacemos nosotros, que trabaje de esta forma en la parte física, en el gimnasio, en la parte de básquet... creo que es una forma de entrenamiento muy completa, diría que es una de las mejores de la categoría. En ese sentido estoy muy contento y humildemente te digo que en el club estamos un pasito arriba en lo que es entrenamiento, porque con el Tulo (Rivero, el DT) se entrena muchísimo y el día a día es bastante duro pero hoy te sentís bien físicamente y eso es un plus.

- Y esa vigencia, en base al hambre que decís que uno debe alimentar siempre, debe tener su respaldo en el entorno.
- Sin dudas. Para ser vigente en lo que hacés también es fundamental tener, como tenemos nosotros, un grupo de trabajo que te exige al máximo, que se entrena muy bien, entonces en el día a día es muy exigente para que uno mejore y gane. Es básquet, básquet y básquet, en todo momento. Creo que eso también hace que uno tenga esta vigencia. Hay que reconocer de ese lado como también hay que darle un valor muy grande a la confianza que te dan los compañeros. Que te carguen y te digan "¿cómo puede ser que corras y no te duele nada al otro día?" "¿cómo puede ser que anoche jugaste treinta y pico de minutos y hoy venís con tantas ganas de entrenar?"... eso es una motivación que te dan tus compañeros, es muy valorable. Para mí lo más importante no es un número ni una estadística, sino lo que pasa en el día a día, ver el reflejo del cuerpo técnico de los minutos que te hace jugar y al otro día en la práctica siguiente entrenás y te exige igual o más que el que jugó 5 minutos... creo que eso es lo que te da vigencia, lo que te hace confiar más en vos. Para que pase una cosa necesitás de las dos partes, de tu parte pero también de tus compañeros y del cuerpo técnico, que me dan un empuje tremendo. Uno siempre trata de hacer lo posible para ir cumpliendo objetivos, porque en definitiva lo más lindo de esto es cuando das todo y el resultado se te da, que puedas ganar e irte a tu casa lo más contento posible porque detrás de esto está tu familia, tus amigos, tus viejos que te están viendo y se quedan despiertos hasta el otro día para ver tus partidos. Hay muchos factores que a uno lo empujan para no caerse o pelear todas las bolas. En mi caso también tengo a mi hijo de 5 años que ahora empezó básquet, me acompaña y es el crítico número 1. Todos los días tenés que buscarle el gustito para mantener la pasión. Creo que no hay secretos en esto, es querer y tener amor por lo que hacés.

- Está claro que eso se mantiene durante los años de tu carrera, por algo también tenés esa constancia que te caracteriza y te hace un jugador de tanto peso dentro de la categoría. Habrás vivido todo tipo de situaciones que te han forjado más esa actitud y también te hacen dar lo máximo en todo momento.
- Yo estoy muy agradecido con los entrenadores que me han tocado de grande. Me han tocado entrenadores que me han enseñado bastante, que dentro de la categoría son muy buenos. Desde Jero Trezza en Alvear, que llegué, éramos 6 fichas y esto era TNA, había que postearse, me liberó en el juego... pasando por Seba Uranga, con quien solo tengo palabras de agradecimiento, constamente lecciones de poste bajo y todo lo que te puede enseñar... siempre digo que es una lástima que Seba no esté de entrenador porque es todo en letra mayúsculas con él. Y desde ahí en adelante. Yo soy una persona muy agradecida, y me pasa con Hindú, o cuando me tocó Monte Hermoso, Hispano Americano en los últimos años, donde tuve la suerte de estar en equipos muy competitivos. Me acuerdo también de años atrás a esos, cuando estábamos en la categoría y teníamos que viajar en auto, y después de tantos kilómetros tenías que bajarte y ganarles a estos equipos que eran cucos para que te tengan en cuenta, porque antes no existía internet como ahora o Twitter. Entonces uno, que la peleó tanto y sabe, valora lo que es estar dentro un club como este. Y lo mismo piensa Cequeira, Romero y todos los que la peleamos mucho en la categoría. Vos después no querés volver a ese tiempo donde renegabas, hoy en día estar en estos clubes es un gusto muy grande y uno está totalmente agradecido por esto. Esto es entender también que a uno lo contratan, esperan lo máximo de uno y uno tiene que ser responsable sea el club que sea, donde te toque, por la plata que sea... una vez que uno firmó, y esto tiene que ser así para cualquier trabajo y lo que fuese, tiene que dar lo máximo de uno como así también entender que muchas veces por ahí no se dan las cosas como uno quiere. Para ejemplificarlo te puedo dividir en dos lo que me pasó a mí: en La Unión de Formosa salí mejor porcentaje de 3 en la categoría, siendo una de mis mejores temporadas porque era un jugador específicamente dedicado a eso, lo conseguí y al año siguiente, después de haber ascendido, me tocó ir a Alma Juniors que era un club que estaba en la parte baja de la tabla, con un bajo presupuesto... entonces a veces te dormís en eso que conseguiste pero después pasan cosas como estas que te digo donde la tenés que remar de vuelta. Me tocó volver a salir campeón con Hispano Americano y al año siguiente me tocó enterarme por un mensaje que no iba a seguir... y por suerte después llegué a Hindú que tenía las mismas pretensiones que Hispano y Monte... acá es ponerte el chip de donde vas, dar lo máximo toda la temporada y cuando termina resetearlo para volver a arrancar, porque no te podés quedar colgado con nada ni pensando. Uno tiene que estar agradecido con las oportunidades que se le presentan, en este caso con Hindú esta es mi tercer temporada y es una muestra de que valoran lo que hiciste.

 

Fotos: archivo Prensa Hindú Club