LFB 07 de May de 2019 | Berazategui

Berazategui, la reconstrucción del doble campeón

Deportivo Berazategui se alzó con un doblete de títulos este fin de semana en River: La Liga de Desarrollo y La Liga Femenina. Los detalles del rearmado en LFB, el crecimiento del equipo y cómo se reforzó el plantel de LDDF, bajo la lupa de Lucas Leiva.

Por Lucas Leiva

Rearmar el proyecto, consolidarlo y volver a tener éxito, reafirmando ese proceso y destruyendo cualquier teoría que podía tejerse en el principio, donde las dudas y la incertidumbre a veces puede tener lugar. Ese fue el caso de Deportivo Berazategui, que de un año a otro tuvo que reordenar su estructura dentro del club, conformar un nuevo equipo, darle espacio y tiempo para crecer, y coronarse nuevamente con un título de La Liga Femenina, agregándole también la consagración como campeón de La Liga de Desarrollo Femenina.

No es casualidad el doble título que logró Berazategui este pasado fin de semana en el Microestadio de River Plate. Detrás hubo todo un proceso de trabajo arduo e incansable, muchas horas de dedicación tanto de las jugadoras, como de los entrenadores y también de los dirigentes del Deportivo. El desafío era llegar a las instancias finales, pero el sacrificio, el corazón y la labor de las tres patas del club permitieron una coronación inolvidable.

"Por un lado era formar un equipo nuevo. Segundo, más allá de algunas jugadoras, quizá también hay que mencionar el cambio de entrenador porque hubiese sido diferente si al equipo lo tenía que armar Juan (Ferreira). Y tercero, que venían de ganar. Creo que había que armar una bomba explosiva, porque era armar el equipo, que las chicas se adapten a lo mío, que crean en mí porque cada maestro tiene su librito, y después tratar de conseguir que Berazategui sea competitivo tal y como lo venía siendo", comenzó explicando Gonzalo Gómez, entrenador campeón.

En líneas generales, Berazategui cambió muchísimo de su versión campeona 2018 en el clausura, a la actual recientemente galardonada en este primer certamen apertura del 2019. Dentro de los cambios más drásticos, se dio la partida de Juan Ferreira como entrenador, además de varias jugadoras importantes que emigraron (Luciana Delabarba, Julieta Mungo, Celia Fiorotto rumbo a Quimsa, Sofía Castillo a Vélez, Ornella Santana y Macarena Durso al Almería del ascenso de España). Había que rehacerse y no era nada sencillo, pero lo pudo conseguir redoblando la apuesta acumulando más éxitos deportivos.

Llegaron jugadoras clave como Natacha Pérez (MVP de la final), Agustina García o Julieta Armesto, más el regreso de una surgida y conocida de la casa como Julieta Vázquez, y la continuidad de dos piezas determinantes en el esquema, como la capitana Agustina Jourdehuil y una líder por excelencia como Celeste Cabañez.

"Al principio la idea era mantener un mismo grupo, ese grupo ganador. Pero cuando nos vamos enterando que el equipo se va desarmando y hay jugadoras que se empiezan a ir, apostamos por formar un equipo que sea de buenas jugadoras pero a su vez de buenas personas. Fuimos hablando con una y con otra, con Nacha (Pérez), Agus García, Palito (Armesto)... y yo por conocerlas de enfrentarlas y comentarios sabía que eran súper positivas, entonces quería eso", declaró Gómez.

Para darle un aditivo extra, la incorporación de Macarena Durso (volvió tras finalizar su temporada en Almería para jugar la final del domingo) también fue importante. La base se unió a la perfección al esquema de Gómez, conocidos desde hace prácticamente una década en sus años con Sunderland (aquel entonces, el hoy entrenador era asistente de Carlos Spellanzón en el equipo de Villa Urquiza), y todo salió a la perfección.

Pero obviamente hubo todo un proceso de maduración para que este equipo termine consolidándose. La primera prueba oficial fue a finales del mes de febrero con la Supercopa de la LFB donde, en un cruce entre campeones del 2018, Berazategui perdió contra Quimsa en el Poli Víctor Nethol de La Plata (74-64). Y ese fue el puntapié inicial a un proceso de aprendizaje y crecimiento para todo el aurinegro, que ya por el apertura cayó en el debut, de visitante en Concepción del Uruguay, pero también se levantó de ese golpe y fue superándose con cada partido que aconteció. Terminó con balance de 5-3, racha de 5 victorias al hilo en el tramo final si le sumamos semifinales contra Obras del día sábado (77-66) y el posterior festejo en la final contra Quimsa (57-45), una definición especial.

"Terminamos con la frutilla del postre. Creo que si no nos hubiese tocado ganar igual estaríamos bien porque Quimsa es un muy buen equipo, con muchas individualidades muy fuertes. No por nada fueron el 1 de la fase regular y nosotros el 2. Pero ya lo más importante lo habíamos logrado, que era formar el grupo. En la charla técnica lo dije, que el logro ya estaba, después ganar o perder son resultados. Si llegábamos a perder el domingo, estoy seguro que ya hoy martes estábamos entrenando todos de nuevo con la cabeza puesta en lo que viene porque este es un grupo súper ganador, peleador y luchador, y eso es clave", confesó el técnico.

"No sabía cómo nos iba a ir en los resultados, pero sí quería tener un buen grupo, cosa de que si los resultados no acompañaban no tener esa dificultad de estar pensando más en los problemas que podía haber y poder entrenar bien. Y fue lo que pasó, porque nosotros arrancamos la Supercopa con un equipo nuevo en un partido donde nos dominaron desde el primer tiempo y en ningún momento ninguna de las chicas se recriminó nada, ninguna planteó que podríamos haber hecho esto o lo otro... nada... siempre fue la sed de venganza. Arrancamos el torneo contra Rocamora y nos comimos una paliza, veinte abajo, y lo mismo, volvían en el micro bien, enojadas por el resultado porque veníamos entrenando bien y con ganas de mejorar la imagen. Está a la vista que el grupo pudo sacarlo todo adelante. Creo que yo aporté solo un granito de arena, porque fue fundamental el carácter de las chicas, el compromiso del grupo, la unión que armaron con las más chicas porque las tienen de igual a igual. Se vio reflejado cuando las más pequeñas ganan la Liga de Desarrollo, festejan, y las de primera, que tenían que estar concentrando para el partido que se venía después, estaban saltando en la tribuna con ellas", continuó.

Y esto nos lleva a que la primera alegría del domingo para Berazategui la dieron las jóvenes de la LDDF. Venían de vencer a Quimsa en las semifinales del sábado (73-47), pero haciendo una fase regular que más allá de la constante solidez demostrada (récord de 6-2, invictas en casa y terminando primeras en la tabla) también dejó demostrado un claro ascenso. Si de individualidades hablamos, el equipo mostraba con qué lucirse desde el principio, pero había que lograr encajar todos los engranajes para que se conforme un grupo sólido.

De la mano de Mauro Maldonado, una apuesta ampliamente acertada de la dirigencia que superó con creces esta experiencia, las chicas de Berazategui fueron explotando partido a partido, llegando a una definición apasionante donde destronaron a las campeonas defensoras de Vélez por 59-49. Broche de oro para las más pequeñas.

"Para la Liga de Desarrollo queríamos traer jugadoras que se vayan adaptando y formando en el club para ir pensando en un equipo de Liga a largo plazo también. Cuando salió que la liga se jugaba con 4 menores de 20 obligadas, nosotros apostamos a que esas 4 menores sean de calidad y obvio que lo fueron. Se complementaron las jugadoras que ya estaban con las que vinieron, y así fue como podíamos pelear y lo hicimos", detalló Gómez, que dentro del plantel de LDDF cumplió labor de asistente de Maldonado, dupla de labor incansable.

Entre las caras importantes que tuvo el plantel de las menores, está claro que el equipo dio un salto de calidad con la llegada de jóvenes determinantes como la mendocina Victoria Gauna, y las santafesinas Candela Gentinetta y Laila Raviolo. La unión a la estructura de Berazategui fue fundamental, donde hay que recordar que el equipo ya tenía interesantes nombres: la capitana Sofía Wolf, Rocío Cejas, Luciana Ricotti, Fiama Yaciura entre otras.

"Hemos entrenado duro, pero sobre todo en la química, y eso es lo que nos hace sentir cómodas jugando. Estoy muy contenta por el triunfo y por el equipo con el que me toca compartir este año. Creo que agregar competencia, y tratar de equipararnos con el masculino a la hora de jugar la misma cantidad de partidos nos va a ayudar a crecer un montón. La Liga de Desarrollo es una ventana para aquellas que el día de mañana quieren estar en un plantel de Liga", explicó Laila Raviolo tras la consagración. La oriunda de la ciudad santafesina de Salto Grande jugó una final brillante firmando 20 puntos y 11 rebotes.

En definitiva, detrás de la consagración de Berazategui en este doblete de LDDF y LFB hay mucho esfuerzo y sacrificio, parte de un proyecto deportivo que puede cambiar de nombres pero que mantiene su vigencia a través de la mística que sostiene. Y lo hace con personas que tienen raíces dentro del club, como también con quienes se acercan y entienden de forma muy rápida la química que se genera.

"Para mí esta es una alegría inmensa, todavía no caigo y se lo decía a las chicas. Me tomo un poquito de premio porque soy un amante del femenino, defiendo a muerte el básquet femenino, y de tantos años en esto lo que conseguimos el domingo es un logro muy importante para mí. Más aún siendo en el club donde nací. Pero siempre miramos para adelante y lo seguiremos haciendo, porque ahora los desafíos siguen. Tenemos una cancha chiquita, y donde había un hueco nos metíamos a entrenar, a la mañana o la tardecita. Nuestros horarios de entrenamiento son martes y jueves, pero buscando esos huequitos le metíamos lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábados cuando no había tira de varones, feriados doble turno... buscamos de todas las formas llegar de la mejor manera. Pero vuelvo a insistir con lo mismo, la predisposición del grupo fue y es excelente, y eso es muy importante", resumió Gómez.