Informes Especiales · 24 de Septiembre de 2020

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La historia de Juan Pablo Lancieri, voluntario para probar la vacuna contra el Covid-19

El joven de Gimnasia de La Plata habló sobre cómo le puso el cuerpo a la situación y actualmente está probando la posible vacuna contra el Coronavirus. Un gran gesto que ve como natural, desde la solidaridad y sabiendo que es para un valorable fin que puede ser clave ante esta pandemia que vivimos. "Me parecía egoísta si no participaba de esto", dijo.

Por Lucas Leiva

La historia de Juan Pablo Lancieri en el medio de la pandemia y el aislamiento social a raíz del coronavirus no es una de las más habituales que contar. Como pasó con todos, tuvo que reestructurar su vida y acomodarse, desde la parte profesional y deportiva como así también en su rutina, en su vida diaria, en cómo atravesar esta situación que se vive actualmente, pero también desde el lado particular que no todos vivimos. ¿Su particularidad? El primer deportista voluntario para probar la vacuna contra el Covid-19.

Lancieri fue desde siempre parte del plantel de Gimnasia de La Plata, uno de los grandes animadores de la Liga Argentina año tras año. De hecho es hincha del club desde chico, al igual que toda su familia, y socio. Nacido en la ciudad de las diagonales, el escolta de 25 años (nació el 5 de abril de 1998) solamente no estuvo en el club la pasada 2019/20 ya que estuvo a préstamo en Municipalidad de Junín, equipo mendocino del Torneo Federal y su primera experiencia fuera de casa. El resto sí, todo en el Lobo, desde las inferiores, parte del primer equipo desde el 2013 en la época tripera dentro del Federal y luego con cuatro temporadas más en Liga Argentina, desde el 2015 hasta el 2019.

En época de aislamiento y esperando el pronto regreso a las canchas, Juan se tuvo que acomodar a los tiempos que corremos y buscó equiparse para mantenerse en ritmo. Afortunadamente en su casa tiene espacio libre como para poder correr y ejercitarse, y a esto le sumó que pudo colocar un aro de básquet en el verde patio de su hogar, para tener un poco más de herramientas y material.

Mientras se entrena, vive esta otra particularidad, que más allá de todo este marco deportivo que manifestamos resulta ser lo más importante en el día a día y ante esta pandemia: su voluntariado para la vacuna. Un ejemplo para muchos, pero que para él no resulta ser algo para destacar. Lo toma con naturalidad, con las ganas de querer ser un puente de prueba entre un virus que castiga a todo el mundo sin excepciones y una posible solución, desde esa esperanza que la sociedad aguarda.

Lancieri ya pasó la segunda y última dosis de la vacuna que se está probando en los laboratorios BioNTech y Pfizer, las cuales se están dando en el Hospital Militar Central de la Ciudad de Buenos Aires. En el medio de este gesto solidario, transita la vida dentro de la nueva normalidad y haciendo básquet en casa, tiene algunas visitas más programadas para hacer periódicamente al hospital para ver cómo evoluciona la vacuna en su organismo y esperando la aparición de los anticuerpos. Como todos, con la fe y expectativa de que todo marche por buenos carriles, anhelando de que esta barrera de defensa genere la inmunidad tan requerida ante este virus que se ha extendido por todas partes del mundo.

"Me motivó el hecho de poder ayudar en algo que nos tiene tan complicados y es tan duro para todos, y esto no es solo en lo deportivo sino que voy a lo difícil que es la vida cotidiana de cada persona en estos momentos. Me parecía egoísta si no llegaba a participar de esto, pero lo tomo con naturalidad. A mí no me parece que sea algo tan fascinante. Es importante, por supuesto, que no se entienda mal, pero a la vez no me sorprende", cuenta Juan acerca de lo que lo empujó a ser voluntario y sobre cómo tomó dimensión su caso en particular. Así comienza la charla.

- Lo primero, ¿Cómo estás?
. Tranquilo, estoy muy tranquilo. De igual manera, si no hubiese sido voluntario estaría de la misma forma. Los cuidados son los mismos, no es que ahora por haber hecho el voluntariado pueda tomarme algún permiso chiquito, pero siempre el mismo cuidado. Yo tengo la posibilidad de quedarme en mi casa, así que eso ya es bueno, y después tratando de mantenerme entrenando.

- ¿De qué forma llega esta posibilidad del voluntariado?
. Esto es en gran parte por mi hermano, que estudia medicina, fue el primero que se había anotado y fue quien se enteró de esto del voluntariado. Sin él seguramente no me enteraba del voluntariado. Mi hermano me comentó que se había anotado, me propuso si quería yo también anotarme y lo hice. A los días ya me llamaron si quería estar en la lista de espera. Me motivó el hecho de ayudar para que esto pueda ayudar y todo vuelva a la normalidad.

- Todo esto del voluntariado y la solidaridad, más allá de que ahora es una situación muy particular porque toma mayor dimensión por el Covid-19, para vos no es nada nuevo. Donar sangre, ropa, juguetes, cosas personales con tal de ayudar a los demás... y más creo en estos momentos.
. Es verdad. Si bien no son muchas las veces que lo he hecho, he donado sangre y ya con mi familia tenemos un poco adaptada esta forma. Ahora si bien por ejemplo estando en cuarentena llegué a donar sangre, acá en mi casa todos donamos sangre, cuando es el cumpleaños de Gimnasia, cuando es el Día del Hincha del Gimnasia, que lo ponen con diferencia de seis meses para que puedas ir a los dos. También estando en cuarentena acá en casa agarramos un par de peluches que no usábamos y los donamos, agarramos los roperos y las prendas que no usábamos o que estaban separadas las metimos en una bolsa de consorcio y se da la posibilidad de que la vecina de enfrente trabaja en un comedero, y cuando la gente iba a buscar la comida de todos los días le agregaba una bolsita con ropa para poder ayudar.

- Me quiero meter un poco en tu cabeza. ¿En lo particular cómo tomás todo esto del Coronavirus que se vive?
. Yo tengo el pensamiento de que quizá hasta que no esté una vacuna va a ser muy difícil que volvamos a la normalidad, en general. No me quiero ni poner a pensar la cabeza del personal médico que todos los días y a cada hora está arriesgándose, y arriesgando también a su familia. En ese sentido tengo un pensamiento medio contradictorio, porque entiendo el tema de estar encerrados porque es necesario por el hecho de que los contagios no sigan aumentando pero a su vez también entiendo al hombre o mujer, al comerciante por ejemplo, que necesita la plata del día a día para comer y alimentar a sus hijos. Entiendo ambas partes, y en este último punto es donde por ejemplo nosotros tratamos de ayudar y acercarnos con las cosas que tenemos.

- Por lo de la vacuna y el voluntariado. ¿Tenés que tener algún perfil en particular?
. El requisito es estar entre los 18 y 65 años, no haber transitado la enfermedad de cáncer, o no tenerlo obviamente, en el caso de las mujeres no estar embarazadas, y como el voluntariado se hace en Buenos Aires otro de los requisitos es no estar a más de 60 kilómetros de distancia. Esos son los únicos requisitos para entrar al voluntariado.

- Una vez que te anotás ya quedás a la espera.
. Claro, cuando yo llené el formulario de manera online entré en principio dentro de una lista de espera donde están todos los voluntarios. Los voluntariados ya están dados, pero ante una eventualidad que uno se baje por distintos motivos, donde por ejemplo a mí me dijeron que hubo bastantes casos donde les advirtieron que entre la primera inyección y la segunda, no podés ser papá por ejemplo, porque supuestamente si bien no hay nada contradictorio a eso tampoco está comprobado que haga algo. Entonces al no saber no se pueden arriesgar. Y eso, o algún otro diferente motivo, quizá puede chocar y hace que una persona se baje de la lista. A mí me llamaron al otro día de avisarme que estaba en lista de espera. Me llamaron de vuelta y me dijeron que se había caído un voluntario, por lo que se comunicaban conmigo para saber si quería estar en la lista.

- ¿Cómo fue esa situación?
. Y en ese momento como que me tomó un poco por sorpresa, le dije que me den un momento, que lo hablaba con mi familia y les avisaba. Justo era casi de noche, así que bajé a cenar y lo comenté en casa. En un principio como que estaban un poco asustados en casa... pero bueno, mi hermano estando en la medicina y mi hermana que también estudia una carrera de salud, fueron los encargados de llevar esa tranquilidad... más que nada para que no estén preocupados. Afortunadamente mi familia, como así también amigos, me brindaron su apoyo y están tranquilos.

- Decías que tu hermano también se anotó, ¿él también está haciendo el voluntariado?
. No, terminaron llamándome a mí, pero a él no, no sé por qué motivo, si porque quizá ya tenían gente de esa edad (NdR: su hermano es más chico) o por alguna otra cosa, pero no sé en qué se basan para determinar quién sí y quién no. Si es aleatoriamente o no, no lo sé.

- ¿Pudo haber influido que seas deportista?
. No, en ningún momento para ser voluntario me lo han preguntado, ni al anotarme, ni para la lista de espera, ni para cuando me llamaron. Si bien cuando tuve la entrevista con el médico, ya estando en el hospital, me preguntaron a qué me dedicaba, recién ahí les conté que era deportista. Pero cuando me inscribí para el voluntariado no me lo preguntaron, así que entré en la lista antes de que supieran mi actividad, no es que tuve alguna diferencia con otro por ser deportista.

- ¿Alguna indicación o síntomas de las dosis que te fuiste dando? Sea dentro de la normalidad que te pudieron haber indicado o no.
. Mirá, hay efectos secundarios comprobados pero no quiere decir que te agarren sí o sí. Eso puede llegar a ser dolores en el brazo donde te dan la inyección, un poco de malestar, cansancio, por ahí hasta podés levantar algo de fiebre... son síntomas parecidos a lo que es el Covid pero en menor medida. Algún efecto grave secundario no está comprobado, aún no, pero por ejemplo el lunes pasado que tuve la segunda dosis me avisaron que por ahí los efectos podían llegar a ser un poco más marcados que la primera dosis. En mi caso no tuve nada, lo único fue un pequeño dolor en el brazo pero fue leve, incluso me permitió entrenar con normalidad así que no estuve tan dolorido. Me molesta por ahí cuando me voy a dormir que no me puedo apoyar sobre ese brazo, pero no pasa más que eso. Pienso también que si te hacés la cabeza es peor, entonces trato de no pensarlo. Soy un poco de hacerme la cabeza y por eso me repetía que no me iba a pasar nada, en un momento me sentí un poco cansado pero después se me pasó... por ahí era un poco de sueño lo que tenía (risas).

- Tengo entendido que ya no habría más inyecciones y que ahora restan algunas visitas para ver cómo responde el cuerpo.
. Exacto. Como dosis son dos, así que en cuanto a eso ya estaría. Lo que sí no sé es si me dieron la vacuna o placebo, porque no sé si habrás leído pero ellos utilizan un método que se llama doble ciego, donde ni el que recibe ni el que está dando saben qué es lo que te dan. Eso lo hacen para que nada influya dentro del estudio. Como te decía, quizá hay gente que se hace mucho la cabeza y empieza a tener síntomas que quizá no tiene que tener. Puede pasar que me digan que me dieron la vacuna, yo empiece a maquinar con la cabeza, empiezo con dolores o fiebre y quizá solamente me habían dado placebo... ¿me explico? Como que al no decirte nada ellos evitan que te pasen esas cosas que son más síntomas que empieza a generar uno solo por la situación en sí. Entonces, en materia dosis ya está terminado, pero son ocho visitas programadas.

- ¿Cómo son esos procesos por visita?
. En la primera visita con el médico te leen el consentimiento que firmás, después pasé al hisopado, me sacaron tres tubitos de sangre, después te dan la inyección y tenés que permanecer media hora por las dudas si tenés alguna reacción inmediata en el brazo sea alergia u otra cosa, y después te mandan a tu casa de vuelta con un remis. Eso fue la primera. En la segunda también una visita con el médico para charlar y hablar sobre cómo estuviste después de primera visita e inyección, ahí ya no hubo extracción pero si hisopado y también me dieron la segunda dosis. Ahora las próximas visitas, que será de acá a un mes, también tiene una charla con el médico que calculo será con preguntas protocolares sobre cómo estoy y cómo me sentí, ya sin dosis pero sí de nuevo con hisopado y ahora sí con extracción de sangre. Lo que ellos van a determinar con esto último es ver si ya se empezaron a generar anticuerpos y a ver si funciona.

- O sea que a partir de ahora, el próximo mes ya vas a repetir una sistemática similar hasta completar las ocho.
. Claro, por ahí no en todas me saquen sangre pero en general se repetirían de la misma forma las visitas hasta cumplir la octava, sin ninguna aplicación más pero sí seguramente viendo cómo reacciona el cuerpo y si se generan esos anticuerpos en la sangre. A ver si el cuerpo se está preparando ante la eventualidad de que el virus entre, o que no haga nada, o que lo rechace.

- Más allá de que vos lo veas como algo bastante normal o no te sorprenda, entendés también lo hasta valiente por así decirlo que pasa desde el hecho de animarse a hacerlo y experimentar la vacuna.
. Sí, seguro. Igual es entendible también la gente que no se anima o tiene miedo, porque esto no deja de ser una prueba. Riesgos puede haber, eso ya lo tengo sabido. Pero a la vez es como siempre digo, el hecho de poder hacerlo y considerarme sano para probar una vacuna, que si resulta nos va a ayudar a todos, es una buena causa que yo la tomé y me resulta hasta normal, tranquilo. No fumo, no tomo alcohol, entreno, soy deportista, no tomo ninguna medicación. El hecho de poder hacerlo, tener la posibilidad de estar dentro de esa lista de personas voluntarias para hacerlo, si no lo hacía no digo que después me lo iba a reprochar porque quizá ni me enteraba, pero el hecho de poder hacerlo y que haya quedado me deja tranquilo.

- Termina siendo, como dijiste hoy, por una buena causa y eso te empuja a hacerlo.
. Tal cual. La realidad es que quizá uno al principio no toma la verdadera dimensión de lo que es la enfermedad... y viendo por ejemplo lo que pasó en Europa o en otras partes del mundo es donde te das cuenta que esto es serio, no es una broma. Nosotros con mi familia lo tomamos con mucha responsabilidad. Es cierto que no todos lo hacen y hay personas que no se cuidan teniendo la posibilidad, pero también hay casos como los que te decía antes, es muy particular de cada uno y tengo esa visión contradictoria. Nosotros nos cuidamos. Una cosa es que me agarre a mí, que seguramente no me va a suceder nada, pero otra distinta es si el virus lo contrae alguien de mi familia, o que se pueda contagiar mi abuela en mi caso, a quien nosotros estamos asistiéndola siempre porque lo necesita. Por eso hay que ser conscientes, y tener mucho cuidado.

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