Informes Especiales · 12 de August de 2020

Libertad

Jorge "Chino" Benítez, una huella imborrable en la historia liberteña

Al hablar de jugadores históricos dentro del camino que construyó Libertad de Sunchales en el básquet argentino siempre aparecerá un nombre que estuvo desde los comienzos de ese proceso: Jorge Benítez. El "Chino" estará vinculado eternamente a la institución liberteña a la cual le dio mucho y de la que también recibe, hasta el día de hoy, un gran reconocimiento.

Por Noelia Ortmann

Jorge "Chino" Benítez es un jugador con historia y prestigio dentro de la familia sunchalense. En Libertad, su trayectoria, su juego y su oficio estarán siempre presentes. Cada vez que es posible, al Chino se lo recuerda con homenajes antes de un amistoso o un partido oficial, como el hombre que "ganó absolutamente todo con Libertad". 

Por muchos años se identificó con la institución hasta transformarse en su gran familia. "Para mí Libertad es todo basquetbolísticamente", dirá Benítez en unas líneas dentro de la nota, pero antes de eso recorreremos junto a él sus inicios, hasta su llegada a los Tigres. Esta es la historia de un jugador, donde a base de sacrificio, constancia, y aprendizajes, supo encontrar su lugar y alcanzar la gloria a nivel nacional e internacional con la institución santafesina. 

"Comencé a jugar a los 14 años. Un mánager del club Lanús me encontró caminando por la ciudad y me dijo si quería jugar al básquet, ya medía 1.90. La verdad en ese momento a todos nos gustaba jugar al fútbol, el básquet no me llamaba tanto. Fui, me probé, estuve un par de semanas y desde ese momento no paré más", rememora el Chino sobre sus inicios en el baloncesto.

-¿Y después cómo siguió todo?

-Estuve jugando dos años en Inferiores del Club Lanús, Infantil y Cadetes. Después de ese paso me fui al Club Deportivo San Andrés. Ahí fui campeón del Torneo B de Capital en Cadetes y Juveniles y ascendimos. Entrené con la Primera y tuve el lujo de estar con León Najnudel. Ahora viéndolo a lo lejos fue algo increíble.  

-Cuando San Andrés deja de jugar por temas económicos, la mayoría de los juveniles decidieron ir a Peñarol, Quilmes. Pero en ese momento, los juveniles no teníamos muchos minutos, entonces yo decidí ir a jugar el Provincial a Rafaela, de la mano de Gonzalo García. En el año 90, 91. Estuve dos años con Gonzalo ahí. Jugué los Provinciales, salimos campeones, ascendimos. Luego Independiente de Rafaela dejó de participar también por un tema económico y pasé a Unión de Sunchales, en lo que sería hoy el Torneo Federal. Tuve la suerte de jugar el Sudamericano de Juveniles en el año 1991, en Ecuador, recuerdo que perdimos la final con Brasil en suplementario. Después de Unión estuve en Estudiantes de Bahía Blanca, en La Liga. Luego bajé al Federal a jugar a Lanús, hasta que llegué a Libertad.

                                           

                                                      Benítez con el plantel campeón del Torneo Nacional de Ascenso en 1998

-Hasta tu llegada a Libertad tuviste diferentes experiencias, pese a tu corta edad, de jugar y competir en diferentes categorías y clubes ¿creés que todo eso te sirvió en el momento de tu arribo a Sunchales?

-Eso fue muy importante. La experiencia de estar en La Liga como ficha sub 23, por ejemplo en Bahía. Yo venía de jugar Provinciales, Liga B y era un salto importante. Por eso después decidí bajar otra vez a jugar en Lanús. No es fácil jugar La Liga Nacional. En esa época había grandes jugadores también. Para los que veníamos atrás era difícil participar.

-Me imagino que sentías esa necesidad o esas ganas también de querer mostrarte como jugador.

-Sí, quería saber hasta dónde podía llegar. Pasé por todas las categorías, bajé, subí, volví a bajar y a subir. Hoy veo que muchos jugadores de La Liga Argentina son contratados en La Liga, en ese momento si no ascendías con un equipo era muy difícil que te contraten de arriba.  

El "Chino" debutó en Libertad el 29 de septiembre de 1996, jugando en el TNA ante Santa Paula. Obtuvo el título del Torneo Nacional de Ascenso en la 97/98, La Liga Sudamericana 2002 y 2007, el Top 4 2002, el Torneo Súper 8 2005 y 2007 y La Liga Nacional 2007/08.

-Llegás a Libertad en 1996 ¿qué recordás de aquel momento?

-Me vuelve a llamar Gonzalo (García). Era un equipo joven. Los más experimentados eran Gerardo Corroto, Miguel Barbieri y Fabián Horvath, después eran todos pibes del club, más el extranjero Dexter Bailey. Se había vendido la plaza y se ascendió otra vez. En la temporada 96-97 hicimos un gran torneo. Nos faltó un poquito más pero hicimos una gran campaña. Perdimos con Ben Hur en Cuartos.

El básquet liberteño comienza a ser cada vez más protagonista a partir del año 1988, donde el conjunto de Sunchales se proclamó campeón del Torneo Federativo de la Categoría C, y obtuvo el ascenso a la categoría Nacional B, la segunda división. Participó del Torneo Nacional de Ascenso en sus primeros tres certámenes: 1992/93, 1993/94 y 1994/95. En la temporada 1995/96, Libertad decidió bajar una categoría, luego de intercambiar la plaza con Ben Hur de Rafaela y en un tiempo efímero ya estaba nuevamente compitiendo en la segunda división.

La 97/98 será recordada como una de las campañas más exitosas y brillantes de la institución, que por supuesto se coronó con el título del TNA y el ascenso a La Liga Nacional de Básquetbol. “El años que ascendimos llegó Malru Dottin, en lugar de Bailey, que nos dio ese salto de calidad. Ese año de local creo que perdimos un partido solo, quedamos segundos en la general y después hicimos grandes playoffs. El estadio siempre estaba lleno, impresionante la gente que había. Viéndolo a lo lejos es el mejor equipo en el que estuve. Éramos muy unidos, íbamos siempre a todos lados juntos”. El 18 de mayo 1998, Libertad alcanzaría la gloría luego de superar a Siderca de Campana en la final. Título y ascenso a la elite del básquet argentino. 

-Se vivían muy a flor de piel esas finales ¿no?

-Sí, totalmente. Tengo un grato recuerdo de todo, las canchas llenas. Llegábamos a Sunchales y nos esperaba la gente. Estaba parte de la ciudad esperándonos afuera del estadio. Llegabas a los partidos de local una hora antes y veías gente sacando entrada, haciendo cola para sacar la entrada. Esos partidos eran todos a cancha llena, gente parada, personas viniendo de los pueblos a ver al equipo. En el TNA todavía jugábamos en el estadio viejo, cuando ascendimos se inauguró el Hogar de Los Tigres.

                                                         

                                                                        Campeón en La Liga Sudamericana 2002

-¿Qué significó para vos tener a Gonzalo García al frente del equipo, qué valores aprendiste o tomaste de él?

-Aprendí muchas cosas con él. Me llevó a Rafaela a los 19 años. Estuve con él en Libertad, me llevó dos años a La Plata también. Es un gran técnico, una gran persona. Lo tengo allá arriba. Es un grande, el mejor técnico que tuve por lejos. Lo he visto en la Selección Argentina como ayudante y es impresionante, un grande.

-¿Cómo viviste ese desafío como jugador de obtener el ascenso, con todo lo que eso significa, y después disputar La Liga?

-Ese año costó bastante. Me costó acostumbrarme a jugar debajo del aro. Fue una experiencia grandiosa. Todos los juegos a cancha llena. Recuerdo que el primer partido fue televisado ante Boca, que ganamos en Santa Fe. Perdimos más de lo que ganamos. No fue un buen año. Salvamos la categoría que fue lo primordial.

-Lo importante es que, a medida que fueron pasando los años, Libertad se fue afianzando en la categoría.

-Sí, en 2001 perdimos con Estudiantes de Olavarría, salimos subcampeones con el Loro Maffei. Creo que en la general terminamos sextos, séptimos. Era un gran equipo.

-En el año 2002 llega la primera participación en La Liga Sudamericana de Clubes. No solamente fue el debut internacional, sino que además se quedaron el título.

-No me lo imaginaba. Le ganamos a Vasco Da Gama. Fue un gran torneo. Media Selección de Brasil tenía. Ellos venían invictos. Fue un reto enorme. Eliminamos en playoffs a Estudiantes de Olavarría de visitante.

-Claro y no fue solamente una vez, en el 2007 lo volvieron a hacer frente a Franca. Me parece que es para valorarlo mucho.

-Sí, ni hablar. Ya en el 2007 teníamos un equipo mejor. Pelussi, Battle, Ruiz Moreno. La final fue frente a Franca de Brasil. 

-Y finalmente, en el año 2008 llegó la consagración tan esperanda en la elite del básquet argentino, en La Liga Nacional de Básquetbol...

-No llegaba más ese título.

-¿Sentiste que era el título que te faltaba como jugador?

-Sí totalmente. En realidad yo no iba a estar porque Julio (Lamas) estaba buscando a otro jugador. Pero se cayó esa negociación y me quedé. No perdimos ningún partido de local en La Liga. Le ganamos a Quimsa por 4 a 0. Teníamos a un Laron Profit impresionante, Robert Battle también los dos. Estaba el Gringo (Pelussi), Sepo (Ginóbili) un gran jugador, un técnico en la cancha y excelente persona.

                                                               

                                                                     Campeón en La Liga Sudamericana 2007

-Y ahora cuando mirás un poco para atrás y recordás todo esto ¿cuáles son tus sentimientos hacia Libertad o qué te genera ese reconocimiento hasta el día de hoy?

-Siempre agradecimiento. Desde el día que entré confió en mí, hasta el último partido que jugué. Para mí Libertad es todo. Fueron trece temporadas, jugando para el club, un montón de torneos. Sunchales es chico, donde vas te saluda todo el mundo. Es todo basquetbolísticamente. Mis hijos y mi señora son de acá.

-Después del retiro ¿tuviste ganas de ser entrenador?

-No entrenador no, veo los partidos desde la platea (risas). No me gusta, me gustaba jugarlo. Siempre uno vivió viajando por el básquet, todos los fines de semana afuera, y ahora la familia tira.

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