Informes Especiales · 26 de Mayo de 2020

Oberá

Juan Rodríguez Suppi, jerarquía y plenitud desde Santa Elena

El base entrerriano es uno de los jugadores de mayor crecimiento dentro de la Liga Argentina en los últimos años. Su transformación, sus distintas experiencias, su mentalidad ganadora y esos sueños de básquet desde su Santa Elena natal. La evolución del MVP del Súper 4.

Por Lucas Leiva

Juan Rodríguez Suppi es sin dudas uno de los jugadores que mayor jerarquiza la Liga Argentina en la actualidad. El entrerriano es uno de máximos destacados año tras año, se transformó en uno de esos jugadores top dentro de la categoría y con el paso de las temporadas se viene completando en todo sentido, siendo un jugador cada vez más desequilibrante.

Para algún desprevenido, el nacido en Santa Elena hace 28 años (nació el 1° de julio de 1991) lleva contabilizado un puñado de temporadas dentro de la categoría pero a pesar de su estadía no es tan abultada su predominancia, constancia y evolución permanente lo convirtieron en un jugador que es la obsesión de todos.

Un resumen puede simplificarse haciendo un repaso por las estadísticas acumuladas: 6 temporadas dentro de la categoría, una mejor que otra siempre teniendo en cuenta el contexto dentro del cual jugó y sabiendo el rol protagónico junto con las ambiciones colectivas de cada año. Después de salir de su ciudad natal, de Progreso de Santa Elena, jugó Liga Provincial con Zaninetti y luego tuvo su primera experiencia en Rocamora para la 2011/12 (1,4 puntos, 0,6 rebotes y 0,4 asistencias en 5,7 minutos).

Tras ello pasó al Torneo Federal donde jugó en Atlético Tala y luego en Ferro de Concordia, regresando a la segunda división cuando pisó La Unión de Colón en la 2014/15 (8,1 puntos, 2,3 rebotes y 1,8 asistencias en 22,3 minutos). Dato para destacar, ya vislumbrando desde aquel tiempo la explosión que hoy podemos notar, es que en la 12/13 del Federal con Atlético Tala fue nombrado dentro quinteto ideal del certamen como el mejor base de la competición (12,5 puntos y 2,0 asistencias de promedio).

La 2015/16 sería el principio del cambio, porque se fue a jugar a Sportivo Las Parejas, equipo con el que ascendió del Federal al TNA siendo una de las figuras más importantes del subcampeón del torneo. Todo ese año significaría un quiebre, y es que aquella temporada con Las Parejas había sido hasta ese entonces la de mejor rendimiento, sin embargo por delante preparada iba a esperarlo una enorme explosión en lo personal. Volvería a ser elegido dentro del quinteto ideal ese año con Las Parejas en el Federal, cada vez más consolidado.

"Después de que jugué la temporada 2014/15 en La Unión de Colón en el TNA y no conseguir un equipo de la misma categoría que me dé un lugar dentro del plantel entendiendo que para mí no había tenido una mala liga, tuve que bajar al Federal y me fui a Sportivo Las Parejas. Recuerdo que me enojé mucho y me dije '¡Basta de perder el tiempo! Si me quiero dedicar a esto voy a tener que hacer un esfuerzo extra'... porque mi talla no es la ideal para un deporte donde se le da más importancia a la talla o la condición física últimamente, porque es muy dinámico y tan cambiante este deporte", comienza relatando Juani sobre esta campaña bisagra en su carrera.

"Entonces trate hacer hincapié en cuidarme un poco más en la alimentación, en el descanso y en darle mayor importancia a la parte física, a los fundamentos, y luego llevarlo a la práctica constante. Y fundamental hoy es una cuestión mental sentirte cómodo, sentirte bien, estar en un ambiente de trabajo cómodo, que se adapte a lo que buscás y que sea leal. Creo que hay tantas cuestiones para atender en este deporte que eso lo hace tan atractivo", agregó el base.

Revolución pura para Suppi, que tras el ascenso se mantuvo en el Lobo para la 2016/17 (el equipo conservó en su mayoría la base del año anterior) y pasó a tener números excelentes: 17,7 puntos, 3,8 rebotes, 4,3 asistencias y 2,2 recuperos en 32,9 minutos. Paréntesis, ese año tuvo una de las noches más recordadas en su carrera, tras anotarle 42 puntos a Unión de Santa Fe, con un soberbio 14/21 en tiros de cancha incluyendo 8/14 en triples. Algunos de estos números resumen lo que fue ese retorno del entrerriano a la categoría.

Si bien Las Parejas no siguió jugando Liga Argentina al siguiente año, Suppi encontró destino en Morteros defendiendo los colores de Tiro Federal para la 2017/18. Ya esos números lo avalaban pero sostuvo la vara bien alta en un equipo que ya no descansaba únicamente en sus hombros (12,5 puntos, 2,0 rebotes y 2,1 asistencias en 26,8 minutos), por lo que también dio un paso adelante en ese sentido.

Así le llegaría la gran posibilidad en un equipo siempre protagonista: San Isidro para la 2018/19, en un plantel que desde el vamos ya aparecía con grandes pretensiones. A Suppi lo agarró en un momento justo, mucho más maduro, cada vez más líder y mejorado. Y no desentonó en absoluto, siendo figura del equipo que terminaría siendo el último subcampeón de la Liga Argentina. Números altísimos una vez más: 12,9 puntos, 2,5 rebotes, 3,6 asistencias y 1,6 recuperos en 33,3 minutos.

Y manteniendo esta tendencia ya casi costumbre en estos últimos años, la reciente temporada 2019/20 lo tendría defendiendo los colores de un equipo que también se armó para ir por todo, como lo es Oberá TC. En el Celeste volvió a ponerse a prueba, demostró una vez más, reiteradas veces, que su nivel no es casualidad y que sigue subiendo la vara cada vez más alta.

Presente top en OTC, firmando 15,9 puntos, 2,7 rebotesm 4,0 asistencias y 1,6 recuperos en 33,6 minutos. ¿El broche? Campeón del Súper 4 que organizó justamente el club misionero, siendo el MVP del torneo tras despacharse con 24 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 29 de valoración en 38:11 minutos.

"Este año me sentí muy bien. Fue un arranque duro, las expectativas fueron altas pero a medida que iba pasando el torneo nos fuimos acomodando como equipo, definiendo los roles, a qué jugábamos, y sobre todo en un punto que había mucho respeto y compromiso por el trabajo. Creo que eso fue lo que hizo subir mucho más la vara, más la tolerancia al error que había", explica Suppi.

Los números hablan por sí solos, y de más está decir que esto es un claro ejemplo de causalidad, de la constancia al trabajo y el sacrificio de un muchacho de 28 años que no deja de crecer, que sigue desafiándose y está en su punto de maduración perfecto. Y esto con el plus de que año tras año se supera.

¿Qué es lo que pasa con los cambios? Mucho, porque te proyectan y posicionan, y porque en el caso del entrerriano estamos ante un jugador que mejoró varios aspectos desde los cuidados y los hábitos para gozar de este presente enriquecedor. Obviamente que hay un aspecto fundamental desde la mentalidad ganadora, superadora, no conformista que tiene, pero el jugador de Oberá supo adaptarse y encontrar un crecimiento notorio en el momento justo de experiencia.

"La verdad que la transformación y el cambio vienen con los años, con la experiencia. Mientras más temprano y rápido te conviertas en un profesional, más temprano verás resultados positivos. Con esto voy a aspectos fundamentales como la alimentación, los hábitos de entrenamiento, cómo manejar tu cabeza, el cuidado tu cuerpo y demás. La verdad es que antes yo no le daba tanta importancia porque no tuve la oportunidad de crecer con gente que me enseñara todas estas cosas que te nombró, antes era ir al club y pasar todo el día jugando al básquet y estar tirando al aro, o ver si te llamaban para completar un lugar en las categorías más grandes o primera. No existía esto de hoy, donde vamos a hacer técnica individual, o hacemos gimnasio, o tenemos que comer tal cosa... creo que hoy son más accesible para todos estas cosas".

"Siempre creo que hay cosas para mejorar. Trato de copiar mucho, de rodearme y aprender de personas que sepan más que yo, de tratar de competir con los mejores y, de a poco, llegar a los objetivos. No me frustro si no consigo algo, la verdad que me dan más ganas de aprender y de mejorar, y eso me motiva aún más. Cuando algo no sale lo único que pienso es que una de las cosas que me pone feliz es jugar al básquet y enseguida se me pasa todo lo malo".

La regularidad es algo muy difícil de sostener para muchos, y más complejo aún es ir subiendo la vara, desafío tras desafío, derribando los escollos que se van poniendo por delante. En el caso de Suppi, esta mejoría que ha sabido demostrar temporada a temporada es una de las grandes claves de su sólida actualidad.

"Creo que el crecimiento año tras año se lo debo al trabajo. La confianza se gana entrenando y luego jugando un buen partido, al demostrarle al entrenador en diferentes situaciones que vos estás preparado que vas a estar disponible, que te comprometes con la causa para ganarte un lugar. Creo que las oportunidades siempre llegan tarde o temprano, solo hay que estar preparado, porque listo está cualquiera... y tomo esta frase que la escuché de un entrenador y creo todos saben quién es".

Pero detrás de toda esta explosión y este presente de gran crecimiento, Juani sigue siendo ese pibe de Santa Elena que desde muy chico encontró en el básquet su verdadera pasión, ese amor que se puede palpar desde la felicidad que se genera en su rostro cuando entra a una cancha y tiene contacto con la pelota. Y ahí está seguramente ese cálido y a su vez tan importante plus, en disfrutar, en el placer que siente por jugar. Nada de volverse loco por las luces, sino que en el medio de apostar constantemente a su crecimiento, hasta autocrítico inclusive por sus ansias de mejorar, se apoya en la satisfacción que le genera nuestro tan hermoso básquet.

"Siempre que hay algo que me gusta cuando pienso y me remontó a siestas jugando algún uno contra uno, o tirando con mi papá en Progreso de Santa Elena, o lo feliz que soy con la pelota solamente... no necesito nada más. Después si llega algo que sueño mucho mejor, pero no me pongo presión por nada. Solo el tiempo hace mejor al ser humano, la experiencia, siempre que uno quiera y lo busque siempre van a venir cosas buenas".

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