LNB · 29 de Agosto de 2019

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Leo Gutiérrez a 15 años del oro en Atenas

A 15 años del Oro Olímpico en Atenas 2004, el entrenador del Negro de La Banda y uno de los referentes principales de la Generación Dorada, recuerda esa hazaña épica para el deporte argentino.

“La Generación Dorada fue un grupo que sabía lo que tenía que dejar de lado para el equipo”

Leo destaca los atributos de ese grupo de jugadores y reconoce en el seleccionado nacional actual algunas características que remiten a la histórica formación que se consagrará con Rubén Magnano.

- ¿A 15 años del mayor logro para el deporte nacional que recuerdos tienes?

-  Los recuerdos son varios, el nerviosismo que teníamos antes de llegar a la final, la noche anterior nos pusimos a firmar una camiseta a las tres de la mañana porque no nos podíamos dormir, lo que vivimos después de ganar el partido, los festejos en el vestuario. Viendo imágenes de aquel entonces se me vienen a la cabeza momentos gratos que serán inolvidables.

- ¿Crees que lo que había pasado antes en el mundial les fue dando la madurez necesaria para alcanzar la medalla dorada?

- Creo que lo sucedido en el 2002 nos preparó para que no nos pasara lo mismo en una nueva instancia final. Cuando nosotros estuvimos adelante en el tanteador frente a Italia en un partido muy duro, supimos utilizar los momentos que teníamos para pegar y liquidarlo sin cometer los mismos errores. Ya teníamos más experiencia y no se podía repetir lo de la final en el mundial.

- ¿Qué tenía ese grupo de jugadores que lo hacía tan especial?

- Fundamentalmente tenía mucho compromiso y mucha humildad para dejar a un lado los egos personales y poner un granito de arena para el equipo con la idea de construir algo bueno.  Además hubo un trabajo muy grande para alcanzar los objetivos. Éramos un grupo de hermanos que estaba unido y tirábamos todos para el mismo lado. Obviamente que teníamos nuestras diferencias y algunos roces, pero quedaba siempre en eso y no pasaba a mayores a la hora de competir ya sea en un mundial, un juego olímpico, un preolímpico. Siempre se priorizó el bien común. La Generación Dorada fue un grupo de personas que sabía lo que tenía que dejar para el equipo.

- ¿Qué opinas cuando se dice que la Generación Dorada tuvo que ver casi exclusivamente con la coincidencia de talentos?

- Nos juntamos un grupo de jugadores en un momento y lugar correcto, con el entrenador indicado para poder conseguir lo que se consiguió. Repito que fue el trabajo de mucho tiempo, nos conocíamos desde los 15 años y fuimos jugando juntos en diferentes procesos hasta llegar a la selección mayor, muchos ya sabíamos para que estábamos en el equipo.

- ¿Crees que pueda repetirse un fenómeno como la Generación Dorada?

- No sé si van a igualar aquello con una medalla dorada en un juego olímpico, pero yo veo a la selección hoy y me hace acordar mucho a lo que éramos nosotros en 1999, 2001, 2002 cuando dejábamos el alma por la celeste y blanca y por el equipo. Los jugadores actuales están transitando ese camino, ojalá sea con el mismo éxito. 

- ¿Ahora en tu rol de entrenador intentas transmitir aquellos valores de la Generación Dorada?

- Intento utilizar algo de lo aprendido con ese grupo pero sin remitir directamente a la Generación Dorada. Quiero que los jugadores entiendan para qué están en cada equipo, creo que yo interpreté eso en cada selección que me tocó participar. La idea es poder transmitir todo lo asimilado con un estilo propio. Me parece que Rubén (Magnano), como otros entrenadores que pasaron, supieron determinar los roles. 

- ¿A días del mundial cómo ves a la selección?

- Muy bien, me encanta como están jugando, con la seguridad en las cosas que ejecutan, ojalá que puedan dar un golpe y demostrarlo en un certamen tan importante. Creo que Argentina puede hacer un gran papel.

Informe: Prensa Olímpico

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