La gestión en el arbitraje sigue creciendo

Y cuando se habla de reglamento es allí donde el arbitraje cobra la importancia que tiene en el partido. De hecho la FIBA, como mínimo, una vez al año traza parámetros para que los instructores puedan llevarle a los árbitros de todo el mundo puedan aplicar esas variantes que se han planteado.

El básquetbol moderno es una combinación armoniosa entre la velocidad extrema y la técnica depurada; por lo tanto es lógico que el desarrollo del juego esté vinculado con el arbitraje. En consecuencia cuando se habla de basquetbol moderno es preciso invocar el término “arbitraje moderno”.

En estos tiempos, en especial en nuestra Liga Nacional y ahora la Liga Argentina, el cambio más importante es la incorporación de tercer árbitro durante toda la competencia. En la máxima categoría ya estamos transitando la segunda temporada y en la Liga Argentina, en esta que está en curso.

Algunos especialistas competentes opinan, a nuestro entender equivocadamente, que el arbitraje moderno representa una categoría de árbitros que difieren del “arbitraje clásico”. Esto constituye el primer error ya que por lo general los componentes del equipo arbitral están integrados por un tutor o jefe de equipo que cuenta con experiencia, años en la categoría y reconocida trayectoria (nacional y/o internacional) sumado a árbitros jóvenes con menos recorrido pero que cuentan con todas las herramientas proporcionadas por el colegio profesional.

La incorporación de tercer protagonista, como resulta obvio, conlleva la incorporación de nuevos valores de todo el país a los que se los ha instruido y se los instruye de manera permanente, como en el último campamento desarrollado en septiembre. Esta validación estuvo a  cargo de instructores propios que no solo forman a nivel local sino que además, cuentan con la confianza de FIBA para hacerlo a nivel internacional.

La preparación física y el scouting es hoy algo fundamental en los equipos arbitrales ya que la dinámica de los jugadores actuales, acarrean a menudo la necesidad de más y mejor movilidad, para así evitar la presunción en una decisión. La técnica del arbitraje moderno es el conjunto de normas prácticas que nacen de la experiencia acumulada y la constante evolución técnica.

En nuestras competencias se ve hace poco más de un año el trabajo de 3 árbitros, la incorporación del tercer árbitro y/o de proyectos, lleva consigo el riesgo a creer en la no capacidad de estos, suponiendo que solo los experimentados pueden hacer un buen trabajo.

Cuando se habla de un cambio en la manera de arbitrar, no se tiene en cuenta que FIBA emana directivas (adoptadas por el Colegio Profesional de AdC) que refieren a bajar el nivel de protestas, penalizar el juego brusco y sobre todo no permitir actos de indisciplina. Y en esto la FIBA ha sido absolutamente taxativa: mejorar el nivel de juego, bajar el nivel de protestas y que el juego sea menos brusco.

No debemos sorprendernos si se sancionan más faltas personales técnicas y/o antideportivas, ya que lo que se busca es un juego más atractivo y limpio. De hecho, no llama la atención en eventos internacionales que el nivel de protesta es mínimo.

En búsqueda de eso vamos, ya que la Liga Nacional prepara también a los jugadores y entrenadores para conformar equipos nacionales que nos representen fuera del país.

Queda un largo camino a recorrer en busca de la modernización y mejora personal y colectiva del estamento arbitral, para ello seguimos trabajando incansablemente con reuniones constantes, clínicas y los videos que los árbitros reciben tras cada partido donde dirigen.

Y ese largo camino es el que han decidido emprender la AdC y el Colegio Profesional en conjunto justamente para que el juego transite por lo mejor en lo deportivo y el atractivo para el espectador.