La fiesta de La Liga Argentina explotó en Morteros
El comienzo de La Liga Argentina en Morteros tuvo una fiesta brillante. Toda la intimidad del partido inaugural analizada por Carlos Altamirano.
Por Carlos Altamirano
Que la banda que toca en vivo le ponga melodía al cuento. Que los jugadores hagan la entrada en calor cantando clásicos de cumbia. Que el LED gigante refuerce lo hermoso que es el estadio de Tiro Federal. Que a sus dirigentes le brillen los ojos. Que el orgullo los desborde.
Que Pagura elogie el nivel top de los vestuarios. Y que eso sirva como ejemplo a imitar. Que el aroma a jazmín que invade a Morteros toda le de un tinte romántico a la velada. Que los criollitos sean la antesala de una cena que rozará la medianoche. Que los pinbitos miren el partido sentados en sus pelotas al costado de la cancha. Que sus padres sufran con cada acción de juego. Que sus madres griten los puntos como si fueran los últimos, siendo apenas los primeros.
Que Aprea y González se saquen chispas. Que Durley tiré todo lo que le pasa cerca. Que Pérez Tapia sorprenda con su desfachatez a los 18 años. Que Rodríguez Suppi y Gago estén endemobiados. Que Acevedo sea el MVP por su regularidad, a partir de su versatilidad. Que San Isidro se vaya 10 arriba en el tercer cuarto. Que Tiro Federal lo de vuelta en el cierre. Que el cantante de la banda ya no entone cumbias, sino que use el micrófono para arengar.
Que se apaguen las luces. Que Morteros tenga una historia para contar. Que el sonido de las brazas robe sonrisas. Que un fabuloso asado selle el momento. Qué un brindis valga la pena.
Que se abra el telón. Qué la Liga Argentina escriba una nueva historia. Qué sus clubes fortalezcan lazos. Qué crezcan juntos. De eso se trata.
