LNB · 15 de Mayo de 2017

La Unión

El balance de La Unión

Las dos últimas noches de “Liga” en el Cincuentenario dejaron sensaciones encontradas que, sin querer, terminaron balanceando una y otra realidad de manera muy oportuna quizás para extraer una observación bien justa de lo que hoy es La Unión de Formosa y también de lo que ha sido La Unión de Formosa desde el 2004 para acá. El jueves los chicos ganaron su pase al Final 4 de la Liga de Desarrollo. Alegría gigante. El viernes se cerró la temporada de los mayores sin llegar a los playoffs después de haber sido subcampeones de la Liga –quizás el “pecado” para ahora sentir ese sabor amargo-. Frustración.

Pasa el tiempo, entre la vorágine de una Liga y otra, de una temporada y otra, la mayoría de las veces no hay espacio para detenerse en la mitad del camino y ver que hay todavía para adelante y, casi siempre olvidado, pegar un vistazo hacia atrás y ver lo que se dejó y entre esa alegría gigante y la frustración surgió esto, sacar el pie del acelerador y pegar un vistazo para atrás.

Lo primero que surge es que La Unión de Formosa se sigue anotando momentos para el recuerdo no solo para el básquet de la provincia sino para el deporte de la provincia. Y uno de los puntos notables es que ha hecho mucha historia en muy poco tiempo codeándose con instituciones de más de 100 años de vida. En agosto de este 2017 La Unión tendrá “apenas” sus primeros 13 años y en esos 13 tuvo 7 satisfacciones grandes: campeón del TNA 2004/2005 y ascenso, campeón del TNA 2008/2009, subcampeón de la Copa Argentina 2010, subcampeón de la Liga de Las Américas 2012, campeón de la Conferencia Norte de la Liga Nacional 2015/2016, subcampeón de la Liga Nacional 2015/2016 y Finalista de la Liga de Desarrollo 2017.

Este joven proyecto, sostenido con una firme decisión política, también vivió momentos complicados en lo deportivo, incluyendo el descenso en la 2005/2006 y dos años seguidos en los últimos lugares, con un playoffs donde pudo mantener la categoría. Lo elogiable es que esa decisión política ha ido más allá de los resultados, ha sido constante entendiendo perfectamente el lugar que se ha alcanzado y que muestra hoy a La Unión de Formosa participando por octavo año consecutivo en la máxima categoría del básquet argentino, una vigencia que no tiene antecedentes en el deporte de Formosa.

En ese ejercicio de parar y mirar para atrás hay que ir incluso más allá de agosto de 2004 cuando nació oficialmente La Unión de Formosa. En febrero de ese año, en una mesa de café en la ciudad de Corrientes, brotó en la cabeza de, en ese entonces un jugador de básquet de Regatas Corrientes en el TNA, la idea de ver a su Formosa metida entre los mejores del básquet argentino como nunca antes había pasado. Esa tarde, en la previa al juego entre Regatas y La Unión de Colón, Carlos Delasoie, presidente del club de Entre Ríos, le decía “esto no da para más, voy a vender la plaza”. Del otro lado lo escuchaba el goleador histórico de La Unión de Colón que ese año había apostado al ambicioso proyecto de Regatas de llegar a la elite del básquet argentino. Y el exLa Unión de Colón contestó “esperá, no la vendas”. Y ¿cómo son las cosas, no? Ese año, Mario Romay, de él se trata, iba a tener doble razón para sentirse pleno: conseguía con los correntinos el ascenso y un par de meses después, todo en ese 2004, estaba al frente del proyecto La Unión de Formosa luego de la cesión de la plaza de La Unión de Colón por dos temporadas. ¿Quién lo hubiera dicho? Ese “no quiero más” de Delasoie le iba a dar paso al mejor período de su historia al básquet de Formosa.

Imposible olvidar lo que fue Formosa y La Unión de Formosa en ese TNA 2004/2005. Todo terminó en el ascenso a la Liga Nacional pero lo vivido esa temporada será imposible de repetir. Indudablemente que la “novedad” de estar en la segunda categoría del basquet argentino contagió como nunca antes y eso hace imposible que se pueda comparar con otros grandes momentos del club que vinieron después. Fue realmente una explosión en un año donde ese éxito se combinó también con el del fútbol a través de Patria ascendiendo del Argentino B VIP al Argentino A. Si hasta una tarde La Unión-Patria fueron fusión cuando el equipo que dirigía Daniel Frola fue presentado en el estadio Antonio Romero en la previa de Patria-San Martín de Tucumán. Acostumbrados al calor del apretado Centenario, esa tarde el plantel escuchó su grito de guerra “u-u-u-u” de parte de las más de 10.000 personas que esperaban ver a Patria.

El básquet y el fútbol, el deporte que mueve como ningún otro en Argentina, eran ese año orgullo de Formosa. Era como que avanzaban juntos en los objetivos deportivos que se querían cumplir y también en las metas a largo plazo, la primordial, sostenerse en el tiempo. Pero solo el básquet de La Unión de Formosa pudo ser vigente año tras año y así acumular hoy lo que se decía, 8 años en la máxima categoría del básquet argentino. El fútbol, en ese entonces Patria, y más adelante fueron otros clubes de la provincia, no pudieron tener esa continuidad, no lograron consolidar un éxito ocasional para el futuro.

Pero el básquet de La Unión de Formosa, la vigencia de este joven proyecto, no solo se la aprecia con los ascensos, los subcampeonatos y lo que hicieron los chicos de la Liga de Desarrollo ahora. Esa charla de café en Corrientes de febrero de 2014 también, de alguna manera, fue la piedra fundacional del Polideportivo Cincuentenario. Por si hace falta decirlo, ese estadio lo construyó el gobierno de Formosa porque el Centenario no reunía las condiciones reglamentarias para jugar la Liga Nacional. Fue inaugurado en octubre de 2007 y en menos de 10 años ya fue escenario de grandes momentos no solo para el deporte.

Con los “momentos” deportivos de La Unión, especialmente los buenos, se han ido generando efectos secundarios en el básquet de la provincia. Muchos chicos, con aquella explosión del primer año eligieron jugar al básquet. Entonces también el básquet local de Formosa se vio obligado a buscar nuevas herramientas. Así nació la Liga Provincial en todas las categorías con la inserción del interior que fue creciendo año a año, llegando en este 2017 a que la Federación Formoseña de Basquet tenga el record de 21 clubes compitiendo en las cuatro categorías menores y en los mayores. Obviamente esto demandó una gran tarea de los clubes que también han buscado su progreso y, sobre todo, ofrecer un espacio para el desarrollo de los jugadores de Formosa. Así hubo y hay apuestas como las de Sarmiento, primero en el Federal y ahora en el Argentino de Clubes, o la de Sol de Mayo, antes Don Bosco, también jugando esta temporada el Argentino de Clubes. Los mismos clubes también trabajaron para mejorar su infraestructura. Todo creció, todos fueron creciendo, con todo lo que esto significa y con todo lo que esto cuesta. Y entonces hoy, a más de 13 años de esa charla de café en Corrientes, y a casi 13 del día 1 de La Unión de Formosa -5 de agosto de 2004-, el deporte de Formosa se ganó un lugar de privilegio.

Llegó y se instaló en la Liga Nacional desde hace 8 años. Tuvo el honor y el gusto de representar al país en dos Ligas de Las Américas -2012 y 2017-. Ganó y perdió. Más allá de eso, nunca se desenfocó, tampoco lo hicieron quienes lo sostienen. Por eso se pueden seguir imaginando momentos de gloria deportiva como ésta fresca que regalaron los chicos de la Liga de Desarrollo y por qué no ilusionarse con que también todo el básquet de Formosa pueda hacer lo de La Unión, en el sentido de llegar, establecerse y crecer. Lo vienen haciendo y han sido una suerte de aliados en estos años. Desde esa tarde de café en Corrientes al triunfo de este sábado de Sarmiento en las semifinales del Argentino de Clubes, todos han escrito historia y de la mejor.

Informe: Prensa La Unión

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