Informes Especiales · 31 de Marzo de 2017

TNA

Dígalo con números

Los destacados de la temporada regular del Torneo Nacional de Ascenso en las cifras finales de esta etapa de la competencia. Datos para intentar predecir lo impredecible.

Por David Ferrara

Esta vez los números reemplazan a las palabras, y las declaraciones sentidas le dejan su lugar a las frías cifras. No hay ya lugar para interpretaciones, porque, ¿cómo discutir con las matemáticas?

La temporada regular del Torneo Nacional de Ascenso llegó a su fin, con vencedores y vencidos, pero con 24 de los 26 elencos todavía en carrera por el premio grande del ascenso. Claro está que no todos parecen tener las mismas chances, porque los récords, los ránkings, los más y los menos, dejan en evidencia a equipos que marcaron una superioridad durante la competencia y a basquetbolistas que fueron protagonistas en la campaña. Y a los que no lo hicieron.

¿Puede haber sorpresas? Siempre hay lugar para que alguien dé la nota, porque las estadísticas muestran tendencias pero no alcanzan para explicar cuándo nace la química del grupo, cuándo el cansancio tiene mayor o menor influencia, o simplemente para conocer quién amaneció con la mano cambiada.

Sin embargo, el básquet es un deporte en el que la lógica, la del juego y la de los números, tienen un valor preponderante y ayuda a leer situaciones, analizar candidatos y hallar razones de una campaña. Nada definitivo, porque sería tan atrevido afirmar que las estadísticas digitan todo como confiar en que el azar ya escribió el destino.

Para ir a un rápido ejemplo, los dos equipos que no seguirán en competencia en estos playoffs terminaron como los más goleados de la temporada. En la Conferencia Sur La Unión de Colón sufrió 85,9 puntos de promedio en contra (el que más recibió en todo el torneo) y aunque también estuvo entre los más goleadores (tercero con 82,6), no pudo lograr el objetivo de mínima. El último del Norte fue Sportivo Las Parejas, que se encolumna detrás de La Unión como el segundo más goleado con 84 tantos de promedio en contra.

En eficiencia, el componente que analiza datos negativos y positivos de la planilla de juego, son los encumbrados Unión de Santa Fe, Viedma, Estudiantes de Olavarría, Comunicaciones e Hindú los que encabezan la lista, con la quizás llamativa aparición de Gimnasia La Plata, bien posicionado en algunos coeficientes a pesar de haber quedado en la anteúltima colocación del Sur.

Hindú de Resistencia fue el mejor récord de la competencia con 29 ganados y 7 perdidos, en una Conferencia Norte que tuvo en sus elencos Top marcas superiores a las ostentadas por sus similares del Sur. Claro está, la mayor o menor competitividad puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Todo está por verse.

Pero más allá de que su campaña es elogiable por donde se la mire, el equipo chaqueño muestra también cifras de equipo sólido y perfil bajo. ¿Cómo sustentar la afirmación? Sus datos anotadores no asustan, con 77,5 a favor y 69,1 en contra, pero la diferencia de 8,4 de promedio entre lo que mete y lo que recibe es todo un resumen de su supremacía en la temporada regular. Y si algún detalle más hacía falta, está entre los cinco mejores equipos en rebotes defensivos y ofensivos, asistencias y robos de balón.

Una vez más se aclara: esto no lo hace imbatible. Un cruce contra un equipo que le resulta incómodo por alguna razón y cualquiera puede caer. El deporte está repleto de historias de superación y milagros inesperados, pero los sucesos que llevan inexorable destino de convertirse en guiones de películas se dan de vez en cuando. El resto del tiempo es la lógica la que reina.

En el proceso de desgranar las estadísticas individuales se encuentran actuaciones superlativas y guarismos que suelen traducirse en mejores contratos. No es un detalle.

En eficiencia fue Tirrel Brown el que terminó a tope de la lista. El jugador de Mitre logró un muy interesante 24,2 apoyado en su capacidad anotadora (cuarto en la general) pero también en su capacidad para rebotear y manos rápidas para robar balones.

Santiago González (San Isidro) lo escoltó de cerca con 23,7. El Lungo metió 19 dobles dobles en la campaña y fue claramente superior al resto en la lucha aérea con 13 rebotes totales de promedio, 10,5 de ellos en defensa y 2,5 en ataque. Como si de Usain Bolt se tratase, y sin faltar el respeto, el segundo no sale en la foto.

El goleador total de la competencia resultó ser el foráneo de Ciclista Jeffrey Fahnbulleh, quien con sus 14 puntos ante Temperley llegó a 743 en la temporada y superó los 738 del jugador de Unión Bruno Barovero.

Claro está, que por promedio es Barovero el destacado, con 22,4 en 33 partidos disputados contra los 21,2 de Fahnbulleh en 35 encuentros.

Los Brown, Rakim de La Unión, y Tirrel de Mitre, igualaron en el tercer lugar con 710 puntos en 36 juegos. Empatados hasta en el apellido.

En rebotes en ataque se destacó Arkeem Joseph de Oberá, con 3,1 de promedio en 36 encuentros, todo un especialista. Mientras el brasileño José Ferreira Jerónimo (Gimnasia La Plata) mostró su capacidad de salto con 43 tapas en 28 juegos para ser el mejor promedio, Phillip Lockett (BHY Tiro) fue el que más “gorros” metió, con 49 en 36 encuentros.

Algo parecido sucede con Felipe Pais (Platense), quien en 25 juegos logró 64 recuperos y encabeza el promedio de “ladrones” con 2,56, pero en los números totales vale mencionar a Juan Ignacio Rodríguez Suppi (Sportivo Las Parejas) con 78 balones robados en 36 juegos (2,2 de promedio), a Emiliano Correa (73 en 32 juegos) y a Martín Cequeira (72 en 36).

Si de repartir juego se trata, Víctor Cajal es palabra santa. Genio y figura en la categoría, símbolo en Independiente de Santiago del Estero, se despachó con 263 asistencias en 36 encuentros, una verdadera barbaridad de 7,3 por partido, sólo superado en promedio por otro base fetiche de la divisional, Leo La Bella, quien registró 7,7 tras dar 249 pases gol en 32 encuentros disputados. Tercero, con 197 en 33 partidos aparece un joven de gran futuro, Álvaro Merlo.

Claro está que manejar tanto la pelota es asumir riesgos y por eso los tres aparecen entre los primeros en la lista de balones perdidos: La Bella 3,7 por juego, Merlo y Cajal 2,9. En el medio, se anotan Rodríguez Suppi y Barovero con 3,6.

A la hora de los triples, Carlos Buendía se despachó con 91 en la temporada y terminó segundo en porcentaje con 47% de efectividad contra 54% de Santiago Ferreyra, aunque habrá que aclarar que el jugador de Comunicaciones lanzó muchísimo menos que Buendía.

En porcentaje de dobles aparece nuevamente José Ferreira Jerónimo con 68%, seguido por Leandro Podestá de Rocamora con 66% y en libres fue muy buena la temporada para Rodríguez Suppi (87%), Barovero (86%), Nicolás Paletta (85%) y Bruno Ingratta (85%).

Mientras, toda una evidencia de la carga de minutos que soportaron algunos jugadores de Independiente de Santiago del Estero queda a la luz cuando aparecen en los tres primeros lugares de tiempo jugado Ingratta (36,9 minutos), Cajal (36,6) y Aprea (35,5), algo que difícilmente se da.

Por su parte, las visitas reiteradas de Santiago González bajo el aro le dieron el rótulo del más golpeado por las faltas, recibiendo 5,5 por juego, apenas unas centésimas más que el rosarino de Estudiantes de Olavarría Rodrigo Sánchez (5,42). Como contrapartida, entre los que más “metieron” la mano aparecen Sebastián Bernasconi (Parque Sur) con 3,7 de promedio y Gastón Essengue (Comunicaciones) con 3,6.

Son números que se destacan, cifras que llaman la atención tras 36 partidos por bando en una temporada que se abre hacia lo mejor. Allí las estadísticas dirán lo suyo, los operadores de estadística disputarán su partido computadora en mano, pero lejos estarán de tener toda la verdad. Al fin y al cabo, es sólo un juego, y como tal, todo puede pasar.

*David Ferrara fue productor periodístico de las transmisiones televisivas del Torneo Nacional de Ascenso durante diez años. Periodista del diario El Ciudadano de Rosario. Docente en Tea Rosario y en Ieserh Rosario. En Twitter @davidferrara35

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