Las emociones le fueron brotando, desde que Lancha llegó a la Bombonerita, hasta que terminó de atender a los medios con un móvil en vivo para Sportia (TyC Sports). Pasó por la sala de kinesiología, realizó la entrada en calor (a las 20:37 pisó la cancha) y siendo 21:10 del jueves 9 de marzo de 2017, pidió el cambio, reemplazó a Fernando Funes y volvió a La Liga. “Es lindo vivir la sensación de estar otra vez en casa. Son sensaciones muy positivas que aumentan las ganas de seguir”, dijo el santafecino.

La alegría fue por partida doble, regresar a una cancha, en su país, ante su familia (ubicada en la platea central) y su hinchada (Delfino es un poquito de todos).

"Me ponen contento los dos partidos que vi de La Liga. En Ferro la cancha estaba llena, con dos tribunas alentando. Lo que vi hoy también. Me pone muy contento. El básquet argentino ha ganado mucho a nivel Selección pero se lo debe a la Liga Nacional. Y está bueno poner aportar mi granito de arena".

Fueron 8 minutos 29 segundos que le alcanzaron a Carlitos para anotar 8 puntos (2-2 en triples), 2 rebotes y 3 asistencias. “Hay poco tiempo y queremos hacer mucho. Ojalá podamos mirar para arriba", expresó.

A las 21:12 dio su primera asistencia en el regreso, una pincelada de talento para el pickandroll con el Fotios Lampropoulos (“hace todo bien”, dijo Carlos), y a las 21:13 perdió un balón con falta en ataque.

Tres minutos después (21:15), entró en racha. En solo 60 segundos anotó su primer triple (7 metros) para poner a Boca arriba 20-16. Luego, tras una buena defensa, recuperó, corrió la cancha y asistió a Lucas Gargallo para sellar el 23-16 y tiempo muerto de Narvarte.

Su última intervención del primer cuarto fue a las 21:19, con dos libres para dejar a Boca 28-20. Aplausos, ilusiones, emociones y una cancha repleta que encontró lo que esperaba, el regreso de Carlos.

A las 21:28 siguió el partido de Delfino en el Luis Conde. Se activó Carlos con otra racha positiva de un minuto. Con una nueva asistencia a Lampropoulos, rebote en defensa y salida en ataque para marcar su segundo triple desde 8 metros. Se fabricó el espacio sobre la buena defensa de Ale Konsztadt, uso a medias un bloqueo de Cristian Amicucci y marcó su octavo tanto.

Restando 3 minutos 35 segundos para el final del primer tiempo, Carlos Delfino dejó la cancha. A las 21:35, Boca estaba 46-35 y finalizó el juego para el olímpico. Después lo vivió intensamente desde el banco, con ganas de volver, pero con la cabeza fría, “Tengo que hacer una adaptación a La Liga. Hay que ir mechando”….

Estaba programado un nuevo ingreso de Delfino en el segundo tiempo. Pero el equipo no necesitó de Lancha. “Hablamos en el entretiempo de ingresar faltando 2 minutos del tercer cuarto y hacer otra entrada más. Sacamos una diferencia, Ronaldo se dio vuelta y quedamos de estirarlo y pasarlo al último cuarto. Seguimos jugando bien, hasta que llegó un momento que el entrenador se volvió a dar vuelta quedando 4 minutos y le digo: "ya está". Si hacíamos un cambio era arriesgado. Estábamos jugando muy bien y decidimos quedar así".

Volvió Delfino a La Liga. ¡Bienvenido, Carlos!

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