Por Juan Ballesteros

Es el sueño de cualquiera que juega al básquetbol, ya sea en mini o en la categoría superior. Agarrar la pelota cuando quedan muy pocos segundos, ir desesperado hacia el cesto del rival, lanzar marcado y ver como va cayendo hasta estrecharse con la red para ganar un partido que se escapaba. Empezar a correr, saltar de alegría, que tus compañeros te abracen, que no te suelten. Que la hinchada no pueda más de celebración. Muchos lo quieren, pero en realidad pocos lo logran. Lucas Pérez lo hizo y permitió que Boca le ganara de forma milagrosa a Obras y La Bombonerita explotó como en sus épocas de campeonatos ganados.

“Por suerte entró esa bomba, la teníamos complicada porque estábamos siete puntos abajo a un minuto del final, pero no nos rendimos, luchamos hasta el cierre y se nos dio con ese tiro. Fue una emoción muy grande, salí corriendo a festejar con mis compañeros, con la gente que volvió a llenar La Bombonerita. Eso nos motiva, nos da un empujón gigante”, cuenta Pérez, quien con ese lanzamiento salvador le permitió al equipo de Ronaldo Córdoba ganar su encuentro número 11 en lo que va de la temporada.

Estaba muy complicado para Boca. Obras se había escapado por siete, pero revivió con dos triples (uno de Fernando Funes y el otro del griego Fotios Lampropoulos). Se puso a uno, aunque parecía que todo se esfumaba después de que Nico Gianella perdiera una pelota clave. Un libre fallado de Horner le dio la chance a Pérez del triple que desató el delirio xeneize.

"Lo entreno bastante al tiro a distancia, no a ese en particular porque es un lanzamiento de mucho riesgo, pero como soy un jugador bajo tengo que buscar mis alternativas. Siempre intento mejorar ese aspecto y por suerte se vio reflejado en el cotejo ante Obras. No es casualidad, es un poco merito al trabajo diario", cuenta el armador.

El base, una de las figuras del equipo en lo que va de la competencia, sabe que a pesar de las tres victorias en forma consecutiva como locales (ante San Lorenzo, Olímpico y Obras) el camino sigue siendo espinoso de cara a lo que viene: “Todo parece indicar que va a ser un mano a mano con Hispano para zafar del último puesto de la conferencia, pero aún falta mucho camino por delante, así que veremos. Sí me preocupa que somos un equipo corto, en el que jugamos a lo sumo ocho jugadores, y eso se puede sentir en algún momento. Necesitamos algún refuerzo”

A Boca se le viene una gira muy difícil que incluirá partidos en Bahía Blanca y Mar del Plata como visitantes. Pérez reconoce que es vital ganar fuera de casa: "Estamos bien en casa en la actualidad, por lo que hay que meter alguno en este viaje para ratificar lo que venimos haciendo. Es algo que Hispano está logrando y que nosotros tenemos que también poder hacer porque va a ser clave a la hora de la definición".

*Juan Ballesteros, en twitter @jeballesteros. Periodista de la TV Pública de Argentina, productor general de los programas Lado Oberto y De Liga.

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