Por Juan Ballesteros

Está lejos, en San Antonio, donde es ídolo absoluto. Tanto que un grupo de jóvenes vietnamitas se animan a escribirle un cartel gigante pidiéndole una foto, en la previa de un partido más de la temporada regular de los Spurs, en este caso ante los Sixers. Manu finaliza su sesión de lanzamientos en la entrada en calor y se cruza a cumplirle el sueño a las chicas. Termina y lo ve al español Sergio Rodríguez (otra estrella del mundo FIBA) que se acerca a saludarlo con timidez como si lo hiciera por primera vez. Camino al vestuario, previo a la última charla antes del juego, el bahiense pasa varios minutos sacándose más fotos y firmando cientos de autógrafos. Es la vida de una estrella del equipo más importante de los últimos años y, aún en el cierre de su carrera y con menos protagonismo, es una leyenda de la ciudad.

Ahora bien, la leyenda que ahora es Ginóbili no sólo en la NBA sino también para el básquetbol argentino, comenzó hace mucho tiempo en la Liga. Era una noche más de básquetbol en Mar del Plata, en el frío septiembre de 1995, cuando con la camiseta de Andino de La Rioja, el DT Oscar Sánchez le dijo que vaya a la cancha. El bahiense rápido mostró su valentía y marcó nueve puntos en 15 minutos, en la derrota ante Peñarol.

Finalmente fueron 126 partidos jugados en nuestra competencia local para MG entre Andino y Estudiantes de Bahía Blanca. Promedió 17.3 puntos, 1.6 rebotes, 1.4 asistencias y 1.6 recuperos. Repasemos su eficacia por aquellos juveniles años: 58% en dobles, 38 en triples y 73 en libres. En la inolvidable temporada 1997-1998 en la que lució a pleno y le dio el despegue internacional se dio su partido más destacado, con 41 unidades en el triunfo 124 a 111 justo frente a Andino, el club donde debutó. Tan buena fue aquella campaña que el equipo sólo claudicó ante el poderoso Atenas en una de las series semifinales.

Por eso no sorprende a la hora de la charla, en el vestuario de San Antonio, que Manu habla del torneo argentino con conocimiento: "Miro La Liga especialmente los partidos que juega Bahía Basket. Siempre que puedo estoy atento a la actuación del equipo, aunque lamentablemente me perdí varios últimamente porque generalmente coincidieron nuestros cotejos con los de ellos. Quiero que les vaya bien, me entusiasma y me gusta la forma de juego. También me alegra que la institución despegue a nivel internacional, algo que potencia su desarrollo".

Continúa Manu: "Del resto de la competencia argentina miro menos, pero siempre me atrae, es un certamen atractivo. Además tengo muchos conocidos, algunos en la cancha todavía (se ríe), y otros afuera. Me gusta estar en contacto con ellos, así que estoy atento a como les va".

No se puede dejar pasar preguntarle por Máximo Fjellerup: "Como vi muchos partidos de Bahía Basket, obviamente también lo observé jugar a él. Tiene momentos de alto nivel y otros en los que desaparece un poco, pero eso es algo normal, nada que no le haya pasado a otros a su edad. No hay que ser exigentes con él y pretender que la rompa todos los partidos. Lo que sí hay que saber es que tiene un futuro brillante y aptitudes físicas muy particulares para nuestro básquetbol. Dependerá exclusivamente de él hasta que tan alto pueda llegar".

*Juan Ballesteros, en twitter @jeballesteros. Periodista de la TV Pública de Argentina, productor general de los programas Lado Oberto y De Liga.